BARCELONA.- El presidente de la Generalitat, Quim Torra,
ha anunciado hoy que convocará una "mesa de diálogo" con los líderes de
las fuerzas políticas catalanas en el Parlament para el próximo 16 de
noviembre, como le había pedido el PSC, con el objetivo de iniciar un
debate interno "sincero, honesto y profundo".
La
idea la lanzó el PSC antes del verano, ya entonces la mayoría del
Parlament la avaló y el pasado 11 de octubre quedó ratificada en una
resolución respaldada por el JxCat, ERC, PSC y comunes en el Debate de Política General.
En la sesión de control de hoy en el Parlament, el líder del PSC, Miquel Iceta,
ha preguntado a Torra si va a desplegar esta mesa de diálogo, a lo que
el presidente catalán le ha respondido con un escueto: "Tengo buenas
noticias".
En su segundo turno de réplica, Torra ha anunciado que convocará esta cumbre catalana el 16 de noviembre.
La
resolución aprobada el 11 de octubre instaba al Govern a convocar "a
todas las presidencias de los grupos y subgrupos parlamentarios con el
objetivo de constituir un espacio de diálogo para facilitar acuerdos
sobre los grandes temas de país y restablecer los consensos básicos".
La
cita tendrá lugar en el Palau de la Generalitat y, según fuentes del
entorno de Torra, se invitará también a portavoces de los grupos
parlamentarios, habida cuenta que alguno de los presidentes no podrá
asistir, como es el caso de Jordi Sànchez (JxCat), en prisión preventiva.
A través de Twitter, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas,
no ha desvelado si acudirá a la cumbre del día 16 de noviembre -ya
rechazó el pasado junio reunirse con Torra por el cartel sobre los
presos soberanistas en la fachada de la Generalitat- y de momento ha
lanzado una contrapropuesta: un pleno monográfico en el Parlament sobre
el futuro de Cataluña.
En el
marco de la sesión de control, Iceta ha alertado por su parte a Torra de
que da la impresión de que "se preocupa solo por medio país".
Pero el presidente catalán ha replicado que gobierna para "el país entero" y que trata de hallar una "salida a la situación de Cataluña", aunque con "dos puntos ineludibles: la libertad de los presos políticos y el derecho de autodeterminación de Cataluña".
También ha advertido de que el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell
-al que ha tildado de "aniquilador consular"- es "un auténtico
obstáculo, inmenso, en medio del camino para llegar a cualquier tipo de
acuerdo" con el Gobierno central.
Después
del primer impulso al Foro Cívico y Social para el Debate
Constituyente, con la creación del consejo asesor liderado por el exdiputado y cantautor Lluís Llach,
el presidente del grupo de ERC, Sergi Sabrià, ha alertado de que "el
éxito o fracaso" de esa iniciativa dependerá de si es capaz de seducir
"al conjunto de los ciudadanos".
Torra ha secundado esta posición y ha fijado como objetivo llegar al 80% de la población catalana que cree que, según ha dicho, se siente republicana, rechaza la "represión" y quiere una solución acordada para disponer de "un referéndum vinculante internacionalmente".
Por
su parte, la presidenta del grupo de los comunes en el Parlament,
Jéssica Albiach, ha reclamado a Torra que deje la "retórica vacía" y
dedique sus esfuerzos a "la política efectiva" para así presentar unos
presupuestos que incluyan "todas las soberanías".
En cambio, el presidente del PPC, Xavier García Albiol,
ha urgido hoy al presidente de la Generalitat a convocar elecciones
para "poner fin a esta pesadilla" que a su juicio está viviendo Cataluña
con el proceso soberanista.
Para marcar de nuevo distancias con JxCat y ERC,
la diputada de la CUP Maria Sirvent ha anunciado que su formación, que
recela del Foro Cívico y del Consejo por la República, "no colaborará
con el parlamentarismo simbólico" y que, en cambio, solo participará de
aquellas decisiones que tengan "una traducción real y efectiva para la
mayoría de la población".
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