MADRID.- El Congreso ha recomendado hoy "redimensionar" los trasvases de agua que están en la actualidad en servicio ante la expectativa de que los caudales y la disponibilidad de agua se van a reducir de una forma considerable en el futuro a causa del cambio climático.
La Comisión de Transición
Ecológica de la Cámara baja ha aprobado hoy, con el respaldo del PSOE,
Unidos Podemos, PNV, ERC y Grupo Mixto -con Compromís y PDeCAT- el
dictamen de la subcomisión que durante meses ha trabajado en la
elaboración de propuestas de política de aguas en coherencia con los
retos del cambio climático.
El texto tiene una enmienda transaccional, que incluye
la supresión de algunas frases en el apartado sexto en los que se
mencionan algunas localizaciones geográficas.
Además,
se hace una nueva redacción del texto en el mismo apartado, en el punto
dos, en el que se señala: "En lo que respecta a los trasvases en
servicio es necesario tomar en consideración la expectativa de menores
caudales por el cambio climático".
El diputado
socialista Ricardo Antonio García Mira ha señalado que se trata de un
"documento no de ley, que servirá para la discusión de futuras
normativas sobre políticas de agua y cambio climático.
El informe "quiere anticiparse al cambio climático y a la gestión del
agua, para reducir la vulnerabilidad", ha sostenido el diputado
socialista y ha añadido que todos los trasvases que existen es deseo
mantenerlos para el equilibrio de las economías locales".
El coportavoz de Equo y diputado de Unidos Podemos, Juantxo López de
Uralde, ha señalado que el informe es una "buena expresión del impacto
que va a tener el cambio climático sobre el tema del agua en España y
las derivadas que hay que hacerse para modificar la política del
recurso".
El Gobierno regional de Murcia ha manifestado la "más enérgica oposición" al dictamen, algo que no va a permitir, y menos aún alegando "criterios
ecológicos".
El dictamen constata que todas las
simulaciones y previsiones apuntan a notables incrementos de la
temperatura media y a una disminución de las precipitaciones, por lo que
es necesario "asumir escenarios con menos recursos disponibles".
El informe recuerda que algunos organismos han señalado que la
reducción de caudales medios desde 2010 hasta finales del siglo podría
ser del 24 por ciento, y llegar incluso a reducciones entre el 30 y el
40 por ciento en las zonas más sensibles.
Constata
además que los estudios prevén un fuerte aumento de la variabilidad
climática, ya que aumentarán los riesgos de sequía, que serán "más
frecuentes, largas e intensas", pero también de inundaciones, con
crecidas más frecuentes y caudales máximos más fuertes.
El dictamen recuerda que numerosos expertos han argumentado que los
trasvases no son eficaces frente a las sequías, ya que éstas afectan
tanto a las cuencas receptoras como a las que "ceden" el agua, y que
construir más presas, cuando todos los escenarios auguran que habrá
menos agua, conducirá a inversiones ineficaces ya que esos embalses
podrían estar vacíos.
Entre las recomendaciones del
dictamen aprobado hoy en el Congreso, destaca la de hacer una auditoría
sobre el estado y las capacidades de "regulación, transporte y
distribución" de las infraestructuras hidráulicas que existen en España.
Plantea además que se condicione cualquier proyecto hidráulico al
compromiso previo de pago de los beneficiarios de esa obra o que se
pongan en valor productivo los suelos más fértiles y las vegas,
defendiéndolos "del abandono y de la depredación urbanística".
Los Planes de cuenca deberán "frenar" las expectativas de nuevos usos y
demandas, pero también "redimensionar" las concesiones "para evitar las
expectativas que genera la sobre-asignación de recursos", según recoge
el dictamen, que afirma que no existen cuencas "excedentarias" o cuencas
"deficitarias".
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