martes, 6 de noviembre de 2018

La ministra Celaá apuesta por nuevos requisitos para ser profesor y evaluaciones voluntarias

MADRID.- El Gobierno ha abierto un debate para la reforma "integral" de la profesión docente con un foro que ha inaugurado la ministra de Educación, Isabel Celaá, quien ha planteado nuevos requisitos para ser docente así como evaluaciones voluntarias con el fin de mejorar en sus condiciones laborales.

Celaá ha explicado que la propuesta de su Ministerio para introducir evaluaciones a los docentes de enseñanzas no universitarias contempla que sean voluntarias, y se compensarán con incentivos “muy importantes” para los profesores que accedan a realizarla.
“Existe un amplio consenso en que los docentes son la pieza básica de la calidad de la educación” pero no siempre se ha traducido en “las condiciones necesarias” para que lleven a cabo “su compleja labor con éxito”, ha dicho la ministra a los expertos que se han dado cita en el foro “Educar para el siglo XXI”.
Celaá ha confiado en encontrar “un deseo común entre las fuerzas políticas y los representantes de la comunidad educativa” y alcanzar un acuerdo sobre esta profesión. Ha señalado que a la docencia deben llegar “los mejores” y no aquellos que lo hacen “por avatares de la vida”, para lo que es necesario redefinir desde el acceso a la profesión a la evaluación de su quehacer. 
Así, ha hablado de establecer algún tipo de prueba o requisito para acceder a los estudios de Magisterio y al máster para optar a una plaza de profesor de Secundaria.
Sobre las evaluaciones voluntarias ha manifestado: “No podemos dejar de establecer un sistema de evaluación riguroso y confiable que permita a todos aquellos que lo deseen recibir una información sobre su quehacer docente y que les ayude así a seguir avanzando en su práctica y mejorar también las condiciones laborales en las que la ejercen”.
El tema de las evaluaciones docentes es un tema que también defiende la OCDE. Precisamente el director de la División de Asesoramiento e Implementación de la Dirección de Educación y Habilidades de la OCDE, Paulo Santiago, ha sido uno de los expertos que en el encuentro se ha referido a estas pruebas.
Según Santiago, hay que “compensar adecuadamente a los docentes y certificar sus competencias” a través de evaluaciones periódicas como se hacen en muchos países. 
Otro experto que ha intervenido ha sido el pedagogo José Antonio Marina, que ha recordado que el exministro Íñigo Méndez de Vigo le encargó en su día un libro blanco sobre la profesión docente y en él intervinieron cerca de mil personas.
“Todo el mundo lo elogió” pero luego “no hubo nada”, según Marina, que ha pedido a Celaá que “si no va a llevar esto hasta las últimas consecuencias, no lo empiece” porque sino será “otro pitorreo”. 
Sobre las evaluaciones del desempeño docente, Marina ha afirmado que deberían ser “obligatorias” en colegios y universidades.
Por su parte, portavoces de CCOO, UGT y CSIF que han asistido al encuentro han recordado que las evaluaciones docentes ya aparecen en el artículo 106 de la LOE y que se llevan a cabo más o menos según las comunidades; han instado a Celaá a que cualquier cambio en la profesión lo hable en la Mesa de Negociación de los profesores.
La ministra también ha sugerido que se debería “establecer una fase de inducción a la práctica en la que el nuevo docente esté arropado por expertos, de forma que pueda consolidar sus competencias antes de asumir de forma autónoma su trabajo”, al igual que a un recién licenciado en Medicina no se le pone a operar él solo.
 También ha comentado que se debe garantizar en el horario laboral “tiempos de reflexión conjunta” entre profesores.
Mejorar la estabilidad de las plantillas, promover un modelo de formación permanente, y evaluar la capacidad de trabajar en equipo en proyectos comunes son otras sugerencias de Celaá.
El Ministerio ha aprovechado el foro para poner en marcha un espacio de “participación virtual” con el lema #YoSoyProfe, sobre el que la propia Celaá ha dicho: “Yo también soy profe y me siento personalmente comprometida con el proceso de mejorar la profesión docente de la que todos formamos parte”. 
“Tendremos una síntesis de las aportaciones que recibamos -tras este foro- en un plazo máximo de tres meses”, se ha comprometido la ministra.
Diversos sindicatos de docentes han recordado a la ministra de Educación que ya existen evaluaciones voluntarias para el profesorado tal y como se recoge en la Ley Orgánica de Educación (LOE).
Lo han señalado portavoces de CSIF, UGT y CCOO. El presidente de la Enseñanza de CSIF, Mario Gutiérrez, ha lamentado que Celaá no se reúna con los sindicatos para hacer estos anuncios y ha mostrado su “sorpresa” porque se hable de introducir evaluaciones docentes cuando ya las establece el artículo 106 de la LOE (ley después modificada en parte con la Lomce).
El artículo 106 de la LOE está dedicado a la Evaluación de la función pública docente y señala lo siguiente:
1. A fin de mejorar la calidad de la enseñanza y el trabajo de los profesores, las Administraciones educativas elaborarán planes para la evaluación de la función docente, con la participación del profesorado.
2. Los planes para la valoración de la función docente, que deben ser públicos, incluirán los fines y los criterios precisos de la valoración y la forma de participación del profesorado, de la comunidad educativa y de la propia Administración.
3. Las Administraciones educativas fomentarán asimismo la evaluación voluntaria del profesorado.
4. Corresponde a las Administraciones educativas disponer los procedimientos para que los resultados de la valoración de la función docente sean tenidos en cuenta de modo preferente en los concursos de traslados y en la carrera docente, junto con las actividades de formación, investigación e innovación».
Mario Gutiérrez ha comentado que dichas pruebas ya las hacen los docentes; “están reguladas y se podrán hacer mejor o peor pero no son ninguna novedad”, ha enfatizado.
Maribel Loranca, responsable de la Enseñanza en UGT, también ha pedido a la ministra que este tipo de temas los plantee en la mesa de negociación ya que se trata de un asunto que incide en las condiciones laborales del profesorado.
“Le agradeceríamos que no hiciera esos anuncios extemporáneos fuera de la mesa de negociación”, ha recalcado Loranca, que ha afirmado que estas pruebas ya se hacen, aunque más en unas comunidades que en otras.
Loranca ha añadido que “hay otras preocupaciones que importan más” como “poder desempeñar en condiciones su trabajo, menos burocracia, bajar las ratios o trabajar para favorecer el clima de convivencia”.
Alonso Gutiérrez, responsable de Estudios de Política educativa de CCOO, ha comentado que el tema de las evaluaciones docentes hay que verlo “con mucha tranquilidad”, especialmente en lo relativo a las “consecuencias” que pueden tener.

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