BARCELONA.- El director general de los Mossos, Andreu Martínez, ha justificado este martes las cargas que protagonizaron este lunes los Mossos d'Esquadra contra algunos "grupos radicales" de independentistas porque se habían "agotado las vías de mediación" y se tenía que garantizar la seguridad ante "actuaciones violentas".
"Si no hay actuación violenta, la policía no actúa.
Esa es nuestra máxima", ha asegurado en rueda de prensa en la comisaría
de Les Corts de Barcelona, donde ha subrayado que la intervención del
"orden público" durante el aniversario del referéndum del 1 de octubre fue "operativa y no política", además de "ajustada" a cada caso.
Por
otra parte, Martínez ha desvinculado a los Comités de Defensa de la
República (CDR) de los intentos de asaltar el Parlament al término de
una manifestación en Barcelona para conmemorar el 1-O, porque estos
desconvocaron la concentración a las 21.38 horas a través de Twitter, y
las actuaciones violentas se produjeron después.
El director de la Policía catalana ha comparecido después de que en los últimos días el cuerpo haya sido objeto de críticas por varias cargas contra
independentistas, las últimas ayer cuando dispersaron a concentrados en
Girona, frente a la Jefatura Superior de Policía en la Via Laietana de
Barcelona y frente al Parlament, al que grupos de independentistas
querían acceder por la fuerza.
Martínez
ha sostenido que desde el pasado sábado día 29, cuando grupos de
independentistas intentaron impedir una manifestación de Jusapol y ya se
enfrentaron a los Mossos, han detectado "un cambio de actitud" en una "minoría" de manifestantes y,
en este sentido, ha apuntado que ayer se "identificaron claramente
grupos radicales que buscaban la confrontación" y que alteraron el
"pacífico desarrollo" de las manifestaciones.
"En
este fin de semana se ha producido esta alteración. Durante muchos
años, pero sobre todo en el último, desde el 1-O, no se habían producido
manifestaciones con estos grupos que intentan alterar el normal
transcurso de la manifestación", ha indicado.
El director de los Mossos ha negado "improvisación" a la hora de planificar el despliegue policial de
la jornada del 1-O, como han denunciado los sindicales policiales, y ha
asegurado que, por el contrario, se movilizó al triple de equipos de
orden público de los que se activan en un acto de "alto riesgo" como un
partido de Champions.
Pese a descartar dimisiones "hacia abajo" por lo sucedido, Martínez ha precisado que esta misma mañana se está celebrando una "reunión operativa" donde se analizará lo sucedido para dirimir responsabilidades si hace falta.
Parte
de su comparecencia se ha centrado en el dispositivo que se desplegó
ayer con motivo de la manifestación que culminó frente al Parlament.
El director de la Policía ha sostenido que la marcha tenía sentido desde el punto de vista "reivindicativo" y
ha subrayado que en otras ocasiones ha habido concentraciones en frente
de la cámara catalana que han transcurrido de forma "pacífica y
democrática".
En el caso de la manifestación de este lunes, ha continuado, siguió este patrón pacífico hasta el final, cuando se decidió "dispersar" a un grupo "minoritario"
de manifestantes tras constatar que "tenían la voluntad de superar la
confrontación y acceder al Parlament", que es "la casa de todos", y
después de reiterados avisos.
Asimismo,
ha rehusado valorar si las palabras que pronunció ayer por la mañana el
presidente de la Generalitat, Quim Torra, alentando a los CDR a
"apretar" pudieron incidir en lo que pasó por la noche.
El director de los Mossos también ha justificado la presencia de agentes de seguridad ciudadana con
cascos frente al Parlament porque eran unidades de "apoyo" a las que se
ordenó que se situaran "pegados a la fachada" del edificio por
"prevención" cuando se empezó a detectar la intención de los
manifestantes de forzar el retroceso del cordón policial.
Durante las cargas de este lunes se produjeron 43 heridos y no se practicó ninguna detención.
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