MADRID.- El consumo medio de agua en los hogares españoles ha disminuido durante 2018 hasta los 132 litros por habitante y día, frente a los 139 de 2016, según un informe sobre la situación del sector de suministro y saneamiento presentado hoy.
La
Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) y la
Asociación de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua Urbana (AGA)
han elaborado el 'XV Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y
Saneamiento en España' que, por primera vez, incluye indicadores
relacionados con la energía y el cambio climático.
El consumo medio doméstico está considerado según este
documento "entre los más bajos de Europa" y registra una "homogeneidad
de los datos" en ciudades con menos de 100.000 habitantes, donde se
gasta 144 litros -por persona y día- frente a los 127 litros en las
urbes con mayor población, así como en las áreas metropolitanas.
Durante 2018, el precio medio del agua para uso doméstico es de 1,84
euros por metro cúbico -sin el IVA-, lo que implica que la factura del
agua supone el 8,89 % del presupuesto familiar.
El
estudio de AEAS y AGA advierte de que esa factura está igualmente entre
"las más bajas de Europa", porque no cubre costes reales y por ello el
presidente de la primera de estas organizaciones, Fernando Morcillo, ha
abogado hoy por "acercar el precio de este bien escaso al de otras
potencias europeas, más desarrolladas y con mayor concienciación sobre
el medioambiente".
"No se trata de cobrar 8 euros por
metro cúbico como en Dinamarca, porque nuestro PIB es más bajo, pero sí
de aproximarse al precio real del agua", ha explicado Morcillo, "para
lo cual necesitamos un cambio de forma de pensar sobre este recurso en
España".
Los recursos financieros son necesarios,
además, para paliar el actual déficit en la inversión y el
envejecimiento "progresivo" de las infraestructuras del agua: cerca del
40 % de los 225.000 kilómetros de redes de distribución y un 58 % de las
de alcantarillado tienen más de 30 años, tal y como certifica el
estudio.
El déficit se concreta, sobre todo, en las
infraestructuras de saneamiento, pues aún quedan pequeños y medianos
municipios que no disponen de instalaciones para la depuración de aguas
residuales, incumpliendo así la Directiva europea 271/91.
El origen del agua para abastecimiento corresponde a aguas
superficiales (67 %), subterráneas y de manantial (28 %) y desaladas (5
%) y sus condiciones sanitarias permiten asegurar que "el agua de grifo
es de absoluta confianza".
La generación de energía
por parte de los servicios de agua urbana se sitúa en torno a los 456
gigavatios/hora al año, lo que equivale al suministro eléctrico anual de
una población de 150.000 habitantes.
Esta energía
"renovable y verde" se produce fundamentalmente a partir del biogás
presente en las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) y el
potencial hidroeléctrico de los saltos de agua de los caudales
empleados.
Además, en España se ha reutilizado este
año más de 268 hectómetros cúbicos del agua, alrededor de un 7 % de todo
el agua residual depurada y regenerada, empleada posteriormente sobre
todo en agricultura, riego de jardines y zonas de ocio e industria.
El estudio indica igualmente que cerca del 63 % de los operadores de
los servicios de agua urbana calcula su huella de carbono, cuya emisión
de CO2 asciende a 30 kilogramos al año.
Un 62 % de
estas entidades dispone de planes de mitigación, lo que denota la "alta
concienciación del sector para reducir los efectos del cambio
climático", ha concluido Morcillo.
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