MADRID.- El director de la Agencia Tributaria
(AEAT), Jesús Gascón, ha abogado hoy por reforzar las actuaciones de la
unidad de auditoría informática en las inspecciones por su eficiencia
en la obtención de pruebas y por su "muy significativo" efecto para
desincentivar el fraude.
Gascón ha clausurado hoy el
XXVIII Congreso de Inspectores de Hacienda del Estado, que ha estado
centrado en el reto de la fiscalidad de la economía digital.
Las ponencias han abordado la fiscalidad digital en el
ámbito internacional, especialmente el europeo, pese a que la actualidad
pasaba por la aprobación hoy en Consejo de Ministros del impuesto a
determinados servicios digitales, que no se ha debatido.
Gascón ha dedicado buena parte de su intervención a defender la labor
de lucha contra el fraude que desarrolla la Agencia Tributaria, con
especial atención a las actuaciones que, con apoyo de las unidades
informáticas, permiten conseguir información del contribuyente en las
entradas en domicilios o empresas.
Esta información
permite conocer "la realidad económica y fiscal" del contribuyente, lo
que supone una manera eficiente de obtener pruebas, al tiempo que se
reduce la duración de las comprobaciones.
En lo que
va de año, las unidades de auditoría informática han permitido liquidar
cuotas tributarias por 214 millones de euros a través de más de 3.600
actas de inspección.
Adicionalmente, las entradas
domiciliarias producen un "efecto inducido muy significativo" al
desincentivar el fraude de otros contribuyentes, por lo que ha abogado
por potenciar este tipo de procedimientos aunque ha reconocido que son
"duros".
En ese sentido, también ha destacado el
"efecto inducido" del sistema de intercambio de información entre
administraciones tributarias, el "common reporting standard" o CRS, que
obliga a las instituciones financieras a remitir a las autoridades
información sobre personas o entidades titulares de cuentas en sus
países, que después éstas comparten.
Desde su anuncio
en 2013 hasta 2016, los contribuyentes cuyos datos se han compartido
sin que ellos lo supieran han incrementado su base imponible del IRPF en
un 25,2 % y el importe a ingresar, en un 14,3 %, mientras que el
repunte en los activos financieros declarados del impuesto de patrimonio
asciende al 23,2 %.
Gascón ha detallado hoy que
desde que el CRS se puso en marcha en septiembre de 2017 la Agencia
Tributaria ha recibido 1,6 millones de registros, con datos de cuentas
que suman un saldo de 457.000 millones de euros para su control
tributario.
Estos datos, que ahora tienen que
depurarse para evitar duplicidades, permitirán detectar posibles
irregularidades, fundamentalmente contribuyentes españoles que no
declaran ingresos que tienen fuera de España, contribuyentes que no se
consideran residentes pero que tendrían que reclasificarse y no
residentes que puedan incumplir alguna obligación en España.
Las primeras actuaciones inspectoras se realizaron en mayo y desde
entonces se han iniciado 102 inspecciones, además de decenas de
actuaciones de verificación de datos, visitas presenciales y
requerimientos de información.
En cuanto a la Oficina
Nacional de Fiscalidad Internacional (ONFI), Gascón ha destacado que el
pasado año finalizó 200 actuaciones inspectoras, entre las que se
incluyen acuerdos previos de valoración de operaciones vinculadas (APA),
procedimientos amistosos en materia de imposición directa y apoyo en
procedimientos inspectores.
En 2017, los APA
estimados permitieron garantizar bases imponibles por un valor superior a
1.400 millones de euros, mientras que los procedimientos amistosos
debatieron bases imponibles por más de 930 millones de euros y las
inspecciones finalizadas supusieron ajustes de bases imponibles por más
de 2.200 millones.
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