BARCELONA.- La
alcaldesa Ada Colau ha firmado la liquidación del presupuesto del
Ayuntamiento de Barcelona de 2017, que se ha cerrado con un superávit de
1,3 millones de euros, mientras que hoy han quedado aprobados
definitivamente las cuentas para este año, que ascienden a 2.739,9
millones de euros.
Hoy
ha quedado automáticamente aprobado el presupuesto municipal de
Barcelona de 2018 al cumplirse el mes de la moción de confianza abierta
por Colau para conseguir aprobar las cuentas para este año después que
no consiguiera contar con el apoyo suficiente para aprobarlo en el
pleno.
En
este mes la oposición ha sido incapaz de presentar una alternativa de
gobierno y así, como establece la normativa, quedan aprobados
automáticamente los presupuestos para 2018.
El
primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha asegurado en
declaraciones a los periodistas que son unos "presupuestos impecables y
rigurosos".
Pisarello
ha reconocido que al gobierno de Barcelona en Comú (BComú), que
gobierna en minoría con 11 de 41 concejales, le hubiera gustado aprobar
los presupuestos en el pleno y ha culpado al PSC, hasta noviembre socio
de gobierno, de que no fuera así.
"Desgraciadamente,
el partido socialista decidió no añadirse por cálculos electoralistas
que ni entendemos ni comprendemos", ha lamentado Pisarello, quien ha
asegurado que cumplirán los compromisos a los que llegaron con PDeCAT y
ERC para que se abstuvieran.
En
concreto, ha citado el de quitar una partida destinada a la conexión
del tranvía por la Diagonal y el de incorporar otra para ampliar el
numero de familias beneficiadas por la tarificación social de las
guarderías municipales.
Para
el teniente de alcalde, tanto la liquidación del presupuesto de 2017
como el presupuesto de 2018 son "un mensaje muy claro al PP y a sus
aliados de C's, que comparten su política de querer ahogar al
municipalismo, de que se pueden hacer políticas rigurosas y solventes
pero distributivas y que sirvan para reactivar la economía".
Con
2.739,9 millones de euros, los presupuestos de 2018 mantienen la
tendencia creciente registrada durante todo el mandato de Colau.
Con
un volumen total de gasto no financiero de 2.643,4 millones de euros,
el consistorio prevé alcanzar los 2.210,5 millones de euros de gasto
corriente, lo que supone un aumento de un 2,7% de recursos, 59,1
millones de euros más que el año pasado.
El
total de la inversión, contando la inyección en la construcción de
vivienda por parte del Instituto Municipal de la Vivienda, alcanzará los
482 millones de euros.
En
paralelo a la aprobación de las cuentas para este año, esta semana ha
tenido lugar la liquidación del presupuesto de 2017 que revela como el
Ayuntamiento de Barcelona, un año más, ha dado cumplimiento a todos los
grandes objetivos financieros de estabilidad presupuestaria.
El
ejercicio 2017 se ha cerrado con un gasto total de 2.672 millones de
euros, manteniendo un grado de ejecución muy superior al resto de
ciudades de España.
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