BARCELONA.- El presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, ha
considerado hoy que el proceso independentista "preocupa a muchos
españoles, pero no preocupa al Estado español", porque cree que cuenta
con una ley que lo impide y con una mayoría política en el resto de
España que no va a permitir ningún cambio.
En una conferencia organizada
por Nueva Economía Foro, Puigdemont ha hecho un llamamiento al diálogo
"con coraje" y con "ganas de llegar a un acuerdo", convencido de que eso
llevaría "a la mejor de las soluciones: conjunta, dialogada y
comprometida".
De no llegarse a un acuerdo, el ‘president’ avisa de que en el plazo
de un año convocará nuevas elecciones con carácter constituyente para
celebrar un referéndum y declarar de forma efectiva la independencia.
Según sus palabras, “esta es la hoja de ruta que han trazado con sus
votos millones de catalanes”. Cabe recordar que, cuando se hizo cargo de
la Generalitat, Puigdemont se marcó un plazo de 18 meses, de los que ya
han pasado casi seis, para realizar ese recorrido hasta la
independencia.
Puigdemont duda de que este problema se resuelva con una reforma
Constitucional desde la seguridad de que ninguno de los políticos que la
proponen tienen una idea concreta más allá de “vaguedades” que “quepan”
en los 140 caracteres de Twitter. Y con el horizonte de las elecciones
generales del 26 de junio, el presidente catalán no cree que la clase
política española tenga el “coraje” de acometer una reforma
constitucional cuando no han sido capaces de ponerse de acuerdo para
evitar la repetición de los comicios. No hay tampoco, a su juicio, un
“fervor autonómico” en ningún sitio, sino que, por el contrario, hay un
“proceso recentralizador voraz”.
Por otro lado, el presidente de la Generalitat ha defendido al
exalcalde de Barcelona Xavier Trias y ha subrayado que las decisiones se
toman para evitar males mayores y las suyas siempre estuvieron guiadas
por el buen sentido. Esa ha sido su respuesta cuando se le ha preguntado
por la decisión de la Fiscalía de abrir una investigación a Trias para
averiguar si cometió un delito de malversación por pagar con fondos del
consistorio, durante un año, el alquiler del “banco expropiado” okupado
en el barrio de Gràcia. “Cada alcalde toma sus decisiones en el momento
que debe tomarlas para evitar males mayores”, ha replicado el presidente
catalán y ha resalto que Trias los “evitó”.
Ha añadido que lo que decía entonces la alcaldesa de Barcelona, Ada
Colau, era diferente a lo que dice ahora y ha recalcado que, con Trias,
la ciudad conoció momentos de “gran proyección, prestigio internacional y
gran convivencia”. “Solo puedo expresar conceptos muy positivos” de la
Alcaldía de Trias, ha dicho el presidente catalán, quien ha destacado
también su capacidad para “abrir la mirada” de un “gigante” como
Barcelona al resto de municipios catalanes. Y, por eso, ha dicho, le
está muy agradecido como alcalde que fue de Girona y ha expresado el
“máximo respeto” a sus decisiones, “siempre guiadas por el buen
sentido”.
Sobre la actuación de los mossos en el barrio barcelonés de Gràcia,
ha querido dejar claro que la Generalitat no eludirá ninguna
responsabilidad ni delegará la seguridad de los ciudadanos en ningún
otro cuerpo ni ninguna otra administración. “Estamos ahí y lo estamos
haciendo bien”, ha defendido, al tiempo que ha insistido en la necesidad
de garantizar seguridad y derecho de manifestación. Ha advertido de que
la protesta con medios agresivos y violentos “no es de recibo”, pero ha
matizado que “los violentos son pocos, aunque hagan mucho ruido”.
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