viernes, 27 de mayo de 2016

Puigdemont da un año al Estado para pactar antes de declarar la independencia

BARCELONA.- El presidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, ha considerado hoy que el proceso independentista "preocupa a muchos españoles, pero no preocupa al Estado español", porque cree que cuenta con una ley que lo impide y con una mayoría política en el resto de España que no va a permitir ningún cambio. 

En una conferencia organizada por Nueva Economía Foro, Puigdemont ha hecho un llamamiento al diálogo "con coraje" y con "ganas de llegar a un acuerdo", convencido de que eso llevaría "a la mejor de las soluciones: conjunta, dialogada y comprometida".
De no llegarse a un acuerdo, el ‘president’ avisa de que en el plazo de un año convocará nuevas elecciones con carácter constituyente para celebrar un referéndum y declarar de forma efectiva la independencia. Según sus palabras, “esta es la hoja de ruta que han trazado con sus votos millones de catalanes”. Cabe recordar que, cuando se hizo cargo de la Generalitat, Puigdemont se marcó un plazo de 18 meses, de los que ya han pasado casi seis, para realizar ese recorrido hasta la independencia.
Puigdemont duda de que este problema se resuelva con una reforma Constitucional desde la seguridad de que ninguno de los políticos que la proponen tienen una idea concreta más allá de “vaguedades” que “quepan” en los 140 caracteres de Twitter. Y con el horizonte de las elecciones generales del 26 de junio, el presidente catalán no cree que la clase política española tenga el “coraje” de acometer una reforma constitucional cuando no han sido capaces de ponerse de acuerdo para evitar la repetición de los comicios. No hay tampoco, a su juicio, un “fervor autonómico” en ningún sitio, sino que, por el contrario, hay un “proceso recentralizador voraz”.
Por otro lado, el presidente de la Generalitat ha defendido al exalcalde de Barcelona Xavier Trias y ha subrayado que las decisiones se toman para evitar males mayores y las suyas siempre estuvieron guiadas por el buen sentido. Esa ha sido su respuesta cuando se le ha preguntado por la decisión de la Fiscalía de abrir una investigación a Trias para averiguar si cometió un delito de malversación por pagar con fondos del consistorio, durante un año, el alquiler del “banco expropiado” okupado en el barrio de Gràcia. “Cada alcalde toma sus decisiones en el momento que debe tomarlas para evitar males mayores”, ha replicado el presidente catalán y ha resalto que Trias los “evitó”.
Ha añadido que lo que decía entonces la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, era diferente a lo que dice ahora y ha recalcado que, con Trias, la ciudad conoció momentos de “gran proyección, prestigio internacional y gran convivencia”. “Solo puedo expresar conceptos muy positivos” de la Alcaldía de Trias, ha dicho el presidente catalán, quien ha destacado también su capacidad para “abrir la mirada” de un “gigante” como Barcelona al resto de municipios catalanes. Y, por eso, ha dicho, le está muy agradecido como alcalde que fue de Girona y ha expresado el “máximo respeto” a sus decisiones, “siempre guiadas por el buen sentido”.
Sobre la actuación de los mossos en el barrio barcelonés de Gràcia, ha querido dejar claro que la Generalitat no eludirá ninguna responsabilidad ni delegará la seguridad de los ciudadanos en ningún otro cuerpo ni ninguna otra administración. “Estamos ahí y lo estamos haciendo bien”, ha defendido, al tiempo que ha insistido en la necesidad de garantizar seguridad y derecho de manifestación. Ha advertido de que la protesta con medios agresivos y violentos “no es de recibo”, pero ha matizado que “los violentos son pocos, aunque hagan mucho ruido”.

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