BARCELONA/MADRID.- El PP va a solicitar la comparecencia en el Congreso del secretario de
Estado de Defensa, Ángel Olivares, por unos audios del excomisario José
Villarejo en los que afirma que el "número dos" de ese ministerio le
pagó para espiar a José María Aznar cuando era presidente de Castilla y
León.
Lo ha anunciado la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP,
Andrea Levy, en declaraciones a los medios en un acto con militantes
tras la publicación en la web moncloa.com de una nueva conversación de
Villarejo durante una comida en 2009 en la que estuvieron, entre otros,
el exjuez Baltasar Garzón y la actual ministra de Justicia, Dolores
Delgado.
Según esas conversaciones grabadas que publica esta web de reciente
creación, Villarejo relató que Ángel Olivares, entonces concejal
socialista en Burgos, le pagó para espiar al entorno de José María Aznar
cuando este era presidente de Castilla y León, entre julio de 1987 y
septiembre de 1989.
Levy ha urgido al Gobierno a salir a explicar estas acusaciones que
apuntan a “una guerra sucia” contra el PP por la buena salud democrática
del país.
“Estamos ante hechos que no pueden permitirse en democracia”, ha
subrayado la dirigente popular y que, de ser ciertos, suponen “una
verdadera cacería” contra el principal partido de la oposición.
A juicio de Levy, los fines que se perseguirían con este supuesto
espionaje son “muy dudosos” y los métodos empleados “más que graves”.
Por eso, cree que el PSOE debería ser “el primer interesado” en salir
a dar explicaciones sobre esta presunta vinculación “parapolicial”
ocurrida cuando Alfredo Pérez Rubalcaba -ha recordado- era responsable
de Interior.
Esta misma web publica hoy además que Villarejo relató su
participación en un almuerzo junto a policías que investigaron el caso
Gürtel y el entonces juez Garzón para “preparar la Gürtel”, un día antes
de que el magistrado admitiera la causa.
También el secretario general del PP, Teodoro García Egea, se ha
referido a esta cuestión a través de su cuenta de Twitter al advertir
que llegarán “hasta el final” si un miembro del Gobierno espió a José
María Aznar porque “violar” el secreto de las comunicaciones es un
delito grave.
Del mismo modo, ha calificado de “extremadamente grave” que pudiera
haberse alterado el turno de reparto en la Audiencia Nacional para que
la causa de la Gürtel recayera en Garzón. “Estaríamos ante graves
delitos”, ha añadido.
Otro de los dirigentes del PP que ha hablado de estas grabaciones ha
sido el portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez
Almeida, para quien ya no se trataría de unas meras conversaciones sino
“confesiones de hechos delictivos”.
Desde Ciudadanos, el portavoz en la Comunidad de Madrid, Ignacio
Aguado, se ha mostrado preocupado por estas informaciones que involucran
al Gobierno.
Lo que pretendía ser “un gobierno de estrellas es un gobierno
estrellado”, convirtiendo lo que debería ser un final de legislatura “en
una verdadera agonía”, ha dicho a los medios en un acto gastronómico.
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