MADRID.- El Gobierno celebra el paso al lado de Carles Puigdemont, del que se atribuía el éxito este jueves, pero desprecia la demanda anunciada por el dirigente catalán a España ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU.
El portavoz Íñigo Méndez de Vigo ha justificado que el Govern
destituido había tenido "nulo eco por parte de la comunidad
internacional" en el reconocimiento de la declaración de independencia,
preguntado al respecto en la rueda de prensa posterior al Consejo de
Ministros de este viernes, como si la asunción implicara que la querella
fuese a seguir el mismo curso.
"Recuerdo al senador que decía que 32 países reconocerían la República",
se ha burlado De Vigo, sobre las declaraciones del exjuez Santi Vidal
que circularon por las redes hace unos meses, y que ha recordado en su
respuesta a la demanda por "violación de derechos humanos" que el
president anunció este jueves.
"La realidad es la que es. Se decía que
la secesión no tendría ninguna repercusión, que Europa daría apoyo al
proceso secesionista. Siempre hay un desfase entre lo que dicen y la
realidad", ha zanjado De Vigo más tarde sobre la proyección
internacional del soberanismo.
La cuestión es que el Ejecutivo espera que el Parlament invista a un
candidato que no tenga asuntos judiciales, o se encuentre en prisión
preventiva. Por ese motivo, el nombre de Jordi Sánchez no gusta.
"Parece
fuera del sentido común y de toda lógica que una persona que está en
prisión provisional pueda ejercer sus responsabilidades", ha dicho el
ministro de Justicia Rafael Catalá. Este, sin embargo,
ha dejado en manos del juez Pablo Llarena la decisión de darle la
libertad para asistir al pleno de investidura. "Está conociendo la causa
el juez instructor y seremos respetuosos con esta decisión", ha
añadido.
Así las cosas, De Vigo ha advertido que el Ejecutivo no toleraría
"ninguna farsa", en alusión a si se intentaba invertir Sànchez a
distancia, pues el auto del Tribunal Constitucional fue clara con la imposibilidad de la delegación o la investidura telemática de Puigdemont.
Fuentes de la Moncloa tampoco ven viable la candidatura de Jordi Turull,
aunque no se encuentre en prisión preventiva actualmente, pues no
implica que lo pudiera estar "de aquí a unos meses", preguntadas las
fuentes por esta persona –pues está investigada por presunto delito de
rebelión–.
Así y todo, el ejecutivo dice no temer elecciones, como
Puigdemont ha advertido que podría forzar, en caso de que no saliera
adelante la propuesta de Sànchez, porque eso "corresponde al Parlament",
añaden las fuentes –aunque el reloj de la cuenta atrás no se ha puesto
en marcha aún–.
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