Entre los
barones del Partido Socialista y la mayoría de los miembros de la
gestora que rige los destinos del PSOE hasta que se celebre el nuevo
congreso resulta evidente que hay que dejar gobernar al Partido Popular
para no agravar más la situación política y económica española. Todos
los organismos económicos internacionales han alertado de que mantener
la actual situación con un Gobierno en funciones supone un riesgo para
la recuperación.
La
presión no es menor en el ámbito político. Sobre todo, por la
presión que supone la constante adopción de medidas en el
Parlamento Catalán conducentes a la secesión.
Aunque ya se han
producido algunos cambios llamativos de posición de los
anteriormente partidarios de Pedro Sánchez hacia la postura
tendente a dejar gobernar al PP, la decisión final no será
sencilla. Los socialistas tienen que encontrar un argumentario
sólido para conseguir mantenerse como líderes de la oposición
sin que Podemos les arrebate el liderazgo.
Aunque la
dependencia que tiene Podemos para poder seguir gobernando en ocho
de las principales capitales de España donde lo hace con el apoyo
del PSOE les resta mucha fuerza para arrebatar ese liderazgo de la
oposición a los socialistas.
Con los socialistas no van a
romper los pactos que tienen ni en los ayuntamientos ni en las
Comunidades autónomas. El último en afirmarlo ha sido Juan Carlos
Monedero, cuyas palabras en el acto de presentación de Podemos Vale
en Santander han sido muy claras: aunque el PSOE se abstenga en la
votación de investidura de Mariano Rajoy, Podemos no va romper los
acuerdos de gobierno que mantiene con ellos en ayuntamientos y
comunidades.
Hay muchísimo poder en juego. Muchos de los
socialistas antisanchistas se han declarado contrarios al
mantenimiento de esos acuerdos, que sobre todo en las capitales
donde Gobierno Podemos les ha favorecido a ellos, en claro
detrimento del PSOE. Laminado su poder territorial. Algo que es de
lo que más daño hace a un partido, sería muchísimo peor si ahora
rompieran los acuerdos con Podemos y tuvieran que dejar de gobernar
en Castilla La Mancha, Aragón, Baleares y la Comunidad Valenciana.
Pese
a que el fundador de Podemos Juan Carlos Monedero, había dicho con
anterioridad en su intervención en Santander que "por fin se han
caído las caretas" en el PSOE, van a seguir con ellos. Es un acuerdo
de intereses.
El presidente de la gestora, Javier Fernández,
ha pedido tiempo al presidente del Gobierno para poder resolver sus
diferencias internas. La más importante ahora es dejar aclarar al
partido en Cataluña la elección de nuevo secretario general de la
Federación catalana. A partir de entonces todo discurrirá más
rápido, con el convencimiento claro de que a partir de ese momento
solo quedarán dos semanas para que se haya consumado la
investidura o habrá que acudir a nuevas elecciones.
El
presidente del PP ha tratado de quitar toda presión a los
socialistas, a costa incluso de corregir a su portavoz en el
Congreso, Rafael Hernando, que había hablado solo 24 horas de que
incluso impondrían condiciones a los socialistas para que se
abstuvieran. El mundo al revés. Pero todo vuelve a sus cauces de
normalidad.
Rajoy ha dejado claro que no habrá condiciones
para que los diputados del PSOE puedan optar por la abstención.
Bastante caro les va a resultar a los militantes del partido
fundado por Pablo Iglesias hace 137 años, con riesgo incluso de que
ahonde la fractura del partido.
El lento proceso del PSOE a la
abstención está retrasando la convocatoria del Comité Federal
hasta las vísperas de la última semana de octubre, días antes de
que finalice el plazo el 31 de este mes para disolver las Cortes y
convocar nuevas elecciones.
Pero según las máximas fuentes de
los dos principales partidos de quienes depende que haya una nueva
convocatoria, y a tenor de las declaraciones de las últimas
horas no habrá terceras elecciones, pero habrá que esperar a la
última semana de octubre para que Rajoy sea investido de nuevo
presidente del Gobierno. No lo será por mucho tiempo. En el PP ya ha
empezado la maquinaria del relevo.
El próximo miércoles
contaremos parte de la charla de un representante de una alta
institución del Estado con un destacado grupo de influyentes
empresarios en el encuentro que mantuvo en La Gran Peña. De ser
como lo contó, la transmisión de poderes ha comenzado. Entre
gallegos anda el juego.
(*) Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario