BARCELONA.- El presidente de la Sala Penal del Tribunal Supremo (TS), Manuel
Marchena, ha decidido mantenerse al frente del proceso y del juicio por
el caso 1-O tras haber sido recusado por seis de los procesados en este
procedimiento judicial, que han alegado una supuesta falta de
imparcialidad de dicho magistrado para juzgar a los dirigentes
independentistas.
Así lo adelanta 'La Vanguardia', que explica que el
magistrado rechaza que se cuestione su imparcialidad por el whatsapp del
portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, quien dijo que con el
nombramiento de Marchena su partido iba a controlar la Sala Segunda del
TS "desde detrás".
El Tribunal Supremo dio el jueves un plazo de tres días a las partes
para que se pronuncien sobre los incidentes de recusación presentados
por los acusados.
Por su parte, la fiscal general del Estado, María José
Segarra, consideró que sería “oportuna” la renuncia del juez Marchena a
presidir el tribunal. De todas formas, Segarra puntualizó que se trata
de “posiciones personales muy respetables”.
En declaraciones a los medios al visitar a la Fiscalía de Barcelona,
en su primera visita a Cataluña desde su nombramiento, Segarra ha
expresado que este proceso que culmina sin acuerdo para la renovación no
ha dañado “en absoluto” la imagen de independencia de la justicia.
Sin
embargo, ha reflexionado sobre si puede haber afectado a la
independencia judicial: “Si ha habido un contexto en el que esto podía
estar en tela de juicio me parece extraordinariamente prudente suspender
el momento actual y dejarlo para un momento posterior”.
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