jueves, 4 de octubre de 2018

Torra está loco / Pablo Sebastián *

El presidente de la Generalitat de Cataluña está loco. Y no es que se le haya subido el poder a la cabeza provocándole una enajenación mental, nada de eso, Torra está loco desde hace mucho tiempo y necesitado de un psiquiatra desde mucho antes de su llegada al Palau de la Plaza San Jaime.

Y si alguien tenía alguna duda sobre su incapacidad mental para gobernar los acontecimientos de los últimos días y horas dan fe de su locura y ello le debería obligar a la petición, al menos de la oposición catalana, a que Torra se someta a un examen médico urgente y cuando se sepan los resultados, que son previsibles, a presentar su dimisión y retirarse a descansar.

Vean si no la secuencia de los últimos días. A finales de la pasada semana el Consejero de Interior Catalán, Buch, siguiendo órdenes de Torra, ordena a los Mossos cargar contra los manifestantes de los CDR que acusan a Torra de traidor y represor y piden la dimisión de Buch.

Posteriormente el lunes 1 de octubre, durante el aniversario del referéndum del 1-O, los CDR se lanzan al asalto la delegación de la Generalitat en Lérida para quitar una bandera española y cortan carreteras, autovías y las vías del metro y del AVE, y Torra les anima a ‘apretar’ en su violencia y los CDR más enardecidos llegan, a palos con los Mossos a las puertas del Parlament al tiempo que piden la dimisión de Buch y llaman a Torra traidor.

El martes en el debate del Parlament, y tras recibir muy duras críticas de la Oposición por jalear la violencia de los CDR Torra sorprende a todos (ahí incluidos los suyos de PDeCAT y ERC) y da un ultimátum al Gobierno de Pedro Sánchez para que les ofrezca un referéndum de autodeterminación antes de noviembre, o de lo contrario él retirará el apoyo independentista y no aprobará en el Congreso de los Diputados los Presupuestos de Sánchez para 2019, lo que rechaza Rufián diciendo que los ultimátums los carga el diablo.

Semejante anuncio deja boquiabierto y en ridículo al Gobierno de Sánchez que dice insistir en el ‘diálogo’ con Torra pero añade que rechaza de plano la amenaza del President catalán y que no habrá referéndum. A la vez ERC y la mitad del PDeCAT sorprendidos por él ultimátum de Torra se revuelven en su contra y ponen en peligro la estabilidad del Govern de la Generalitat.

Para intentar reconducir la situación Torra le envía el miércoles una carta a Pedro Sánchez para que vaya a Barcelona a negociar el referéndum para la autodeterminación de Cataluña, y envía otras dos cartas a Donald Trump y al Papa Francisco para que intervengan como mediadores en la crisis catalana.

Mientras tanto los diputados del PDeCAT amenazan con no aceptar, durante el debate del Parlament la dimisión de los diputados suspendidos por el juez Llarena, después de una tensa reunión con Torra donde ERC amenaza con provocar el adelanto electoral.

Mientras tanto Torra vuelve al ultimátum en contra del Presidente Sánchez con un Tuit y el caso inunda el Parlament y se suspenden los debates ante el riesgo de que el Presidente Torrent incurra en desobediencia al juez Llarena y acabe en prisión como Forcadell si no se suspenden de manera directa y clara a los diputados procesados por Llarena, Puigdemont incluido.

Y ¿con este loco y caótico Torra quiere pactar Sánchez los Presupuestos de 2019 para no convocar elecciones y aguantar hasta 2020? Todo apunta a que habrá adelanto electoral en Cataluña y puede que también en Andalucía e incluso al mismo tiempo que las generales antes de finales del año, puede que para el mes de diciembre. Pero antes tenemos que saber si Torra va a ser destituido por enajenación mental.


(*) Periodista


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