MADRID.- El Ministerio de Educación, a cargo del entonces ministro de
Cultura Íñigo Méndez de Vigo, pidió el pasado febrero de 2017 a la Alta
Inspección del Estado un “informe detallado” para comprobar si algunos
libros de texto catalanes de Primaria contenían “planteamientos
ideológicos partidistas”.
El informe, que permanece en un cajón
ignorado por los dos ministros de Cultura que España ha tenido desde
entonces, subraya los ideales separatistas existentes en ciertas
publicaciones, donde apenas menciona al Estado y se olvida de las Cortes
Generales, tal y como denuncia este lunes El Mundo.
El entonces secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, anunció
los planes de actuación, que se produjeron tras la denuncia del
sindicato catalán de profesores Acció per a la Millora de l’Ensenyament
Secundari (AMES) sobre “falta de rigor” en algunos de los contenidos de
estos libros de texto.
Tras revisar 19 libros de “Conocimiento del medio” de 5º y 6º de
Primaria de alumnos catalanes de 10 y 12 años, el informe asegura que “en
muchos de ellos se han detectado planteamientos ideológicos que sólo
defienden determinados partidos políticos, que lo hacen aunque no sean
planteamientos acordes con nuestra Constitución”.
El exministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, aseguró entonces
que “todos los libros de textos deben cumplir los requisitos de rigor y
respeto de valores constitucionales y que la competencia de supervisar
los libros es de las comunidades autónomas en su ámbito territorial,
mientras que la función de Educación es subsidiaria”.
El Mundo subraya en su edición de este lunes algunos
ejemplos extraídos del informe en los que se hace patente los tintes
secesionistas de las editoriales. Entre ellos, destaca la editorial
catalana ‘Barcanova’, que en uno de sus libros destinados a 5º de
Primaria explica los ríos, montañas y clima de Cataluña,
obviando el resto de la Península.
En todo momento, el libro se refiere a
la comunidad como ‘país’ y afirma que sus representantes están
capacitados para “convocar referéndums para consultar a los ciudadanos
sobre la conveniencia o no de aprobar determinadas leyes”.
Las conclusiones del informe son claras, pero ninguno de los dos
equipos que han pasado por el ministerio desde su elaboración han
publicado las conclusiones de la Alta Inspección del Estado.
El
informe alerta de que existen manuales que “contravienen los derechos,
libertades y deberes fundamentales recogidos en la Constitución Española
y en las leyes orgánicas educativas”. Libros que “incitan al
separatismo” en Primaria, mientras que en la ESO “utilizan todos los
elementos del discurso nacionalista soberanista para retorcer la
historia”.
La diana, puesta inicialmente en los libros de la ESO, se amplió a
Primaria y Bachillerato, con otros 21 libros de Galicia, País Vasco,
Navarra, Cataluña, la Comunidad Valenciana y Baleares. Un total de 16
editoriales de las que no se analizó el adoctrinamiento, sino también si
había un adecuado tratamiento en la atención a la diversidad o en
igualdad de género.
El informe señala en sus conclusiones el “respeto generalizado” a la
Constitución de todos los libros, que respetan “los principios y valores
recogidos en la Constitución Española”, salvo en Cataluña, en los que
se destaca “la falta de objetividad legislativa se observa en
actividades, mapas y textos desarrollados, que aportan un carácter
parcial y sesgado o, cuando menos, subjetivo de la realidad de España”.
La Alta Inspección del Estado llega a recomendar que ciertos de los
libros (en referencia a dos manuales de Historia de España de 2º de
Bachillerato) “no deben ser aplicados en el aula como libros de estudio”, ya que ofrecen una visión sesgada de la realidad histórica.
En uno de ellos, de la editorial Vicens Vives y que utiliza
exclusivamente fuentes catalanas,”todas las referencias al catalanismo
van acompañadas de adjetivos positivos como democracia, tolerancia,
evolución, reivindicación, libertad, soberanía, progreso, autonomía…,
mientras que los adjetivos que predominan en la relación de España con
Cataluña son opresión, descontento, prohibición, menosprecio,
autoritarismo, humillación, protestas, dictadura, ocupación, militar”.
Los libros, alerta el informe, adoctrinan e invitan al alumno a tomar partido, siempre claro está, de los que perfila como los “buenos”.
En las publicaciones analizadas, se presta la ‘Guerra de Sucesión’ como
un enfrentamiento entre Cataluña y España, se obvia la Carta Magna y se
ensalza a formaciones como ANC y Òmnium.
La polémica está ahora en averiguar el motivo por el que el informe
no ha sido tomado en cuenta por ninguno de los gobiernos. La actual
ministra Isabel Celaá, afirmaba tras una pregunta de la diputada
de Cs Marta Martín, que no ha encontrado el informe y que su predecesor
no le informó de la existencia del mismo, dejando caer la posibilidad de
que no exista. “Si no se lo dieron quizá es porque el trabajo o no está
hecho o está hecho de una manera un poco…”
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