viernes, 9 de marzo de 2018

La crisis interna en el PDeCAT se traslada al Senado

MADRID.- La pugna interna entre la coordinadora del PDeCAT, Marta Pascal, y el actual portavoz de ese partido en el Senado, Josep Lluís Cleries, pone de manifiesto, una vez más, que el ex president Carles Puigdemont ha puesto en grave riesgo de fractura a la extinta Convergencia Democrática de Catalunya.

Según fuentes parlamentarias señalaron a República.com, la líder de los nacionalistas catalanes quiere ser, cuando haya un Gobierno catalán legal que haga desaparecer la aplicación del artículo 155 de la Constitución, la portavoz del Grupo Parlamentario Nacionalista en el Senado. Para ello, pretende sustituir en el cargo a Cleries, quien ha venido ejerciéndolo desde 2013 tras ser designado por el Parlament de Catalunya.
A Cleries, un hombre que era de la total confianza del anterior ex president del Gobern y hasta hace poco presidente del PDeCAT, Artur Mas, se le considera un hombre de Carles Puigdemont, clave en lo que algunos portavoces parlamentarios del Congreso y el Senado llaman en privado “el cuarto partido independentista” catalán formado por el grupo de diputados autonómicos de JxCat que forman parte de la guardia pretoriana del ex president huido a Bruselas y en su mayor parte no estuvieron vinculados a la anterior Convergencia.
Cleries, no obstante, sí proviene de la desaparecida CDC, de la que ha venido siendo portavoz en el Senado durante todo el “procés”.  
El ingeniero industrial barcelonés fue, de hecho, miembro de la dirección del partido y Consejero de Bienestar Social y Familia de la Generalitat con Artur Mas, su hasta ahora valedor. Sin embargo, en la actualidad forma parte del grupo de fieles a Puigdemont que planta cara y se impone dentro del PDeCAT aprovechando que cuenta con más escaños que los partidarios de Pascal.
Pascal, por su lado, dirige formalmente el PDeCAT, el nuevo CDC, desde que ascendió de líder de las Juventudes de CDC a Coordinadora General del PDeCAT el 23 de julio de 2016 obteniendo el 87,76% de los votos en las primarias. Y desde el 22 de diciembre de 2017, fecha en que el juez Pablo Llarena, del Tribunal Supremo, acordó investigarla por su presencia pertenencia al equipo organizador del referéndum independentista ilegal celebrado el pasado 1 de octubre de 2017 cuya “hoja de ruta” fue anulada por el Tribunal Constitucional de España, se encuentra en libertad tras abogar por “un Govern estable dentro de la legalidad”, según declaró expresamente.
Pascal cuenta, en consecuencia, con la mayor parte de diputados y senadores de Madrid, que fueron elegidos con anterioridad a la división tácita del partido tras las elecciones catalanas del 21 de diciembre. Y ese grupo, que capitanean los portavoces del Grupo Parlamentario Catalán en Madrid, Carles Campuzano y Jordi Xuclá, es el que apuesta por dar “más relieve i9nstitucional” a Pascal favoreciendo que sea portavoz en el Senado. Sobe todo porque Pascal no es ni siquiera diputada autonómica en el Parlamente catalán tras salirse de las listas por las discrepancias con Puigdemont.
De hecho, Xuclá ha acompañado a Pascal en diversos contactos informales mantenidos con personalidades de Madrid para darla a conocer en los círculos políticos de la capital. El más sonado fue el que mantuvo con Alfredo Pérez Rubalcaba, pero ha mantenido varios más y alguno especialmente señalado, por la relación personal que mantenían con anterioridad, como un almuerzo con el portavoz del PNV, Aitor Esteban, en los alrededores de la Cámara Baja.
El pulso, no obstante, se vivirá en el Parlament de Cataluña si, finalmente, se constituye un gobierno legal, sin un candidato presidencial huido o procesado, y se evitan unas elecciones anticipadas que nadie desea. “Ni Ciudadanos”, aseguran las fuentes nacionalistas consultadas. Al Parlament le corresponde designar a ocho senadores autonómicos: dos de ERC, dos de JxCat, dos de Cs, uno del PSC y otro de los Comuns. Y aparte de Pascal y Cleries, ya han sido propuestos Mirella Cortés y Bernat Picornell (ERC), Lorena Roldán y Xavier Alegre (Cs), el expresidente de la Generalitat José Montilla (PSC) y Sara Vilà (Comuns).
Según fija la ley que regula el procedimiento, la Comisión del Estatuto de los Diputados del Parlament deberá dictaminar si lo ocho cumplen con los requisitos para ser senador, y luego, en un pleno específico del Parlament, se decidirá si se les da la luz verde definitiva.

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