GINEBRA.- España requiere reformas económicas
que se van aplazando continuamente, sin las que corre el riesgo de
convertirse en un "país satélite", dependiente de lo que pasa fuera, ha
explicado este martes el economista Arturo Bris, al comentar la lista
global de la competitividad 2019, que confecciona el centro que dirige.
En ese listado que elabora anualmente el Centro Mundial de la
Competitividad de la escuela suiza de negocios IMD España figura, como
el año pasado, en el puesto 36 de un total de 63 economías analizadas en
función de 235 indicadores para cada una.
Singapur lidera el escalafón este año, desbancando a Estados Unidos de su habitual primer lugar.
Al analizar el caso de España, Bris dijo que, en la situación
actual, la perspectiva es "que dependeremos cada vez más de lo que pasa
fuera porque estamos demasiado expuestos a las tendencias geopolíticas, a
las guerras comerciales o a lo que pasa en Alemania".
Lo que suceda en esos ámbitos terminará contando "mucho más de lo que
hace España, y este es el problema de la falta de reformas, el que al
final pueda convertirse en un país satélite", sentenció.
La clave para que España realmente sea competitiva está en "buscar la
diferenciación de su economía y formular una estrategia económica y
política de largo plazo y seguirla, para lo cual se necesitan obviamente
consensos nacionales".
"En temas básicos, como la educación, no hay consenso y por esto no hay reforma", citó como ejemplo el investigador español.
Otro aspecto a repensar es la urgencia "de reducir el peso del sector
público en la economía", dijo, para enseguida aclarar que aquí no se
trata de privatizaciones, sino a cambiar ciertos modos de funcionamiento
que pesan sobre la competitividad española.
"Tenemos
una de las mayores tasas de antiguos representantes del sector público
en consejos de administración y hay sectores como la construcción, la
banca o las telecomunicaciones que están, si no masivamente regulados,
al menos muy influidos por el sector público", sostuvo.
Bris explicó que la lista anual que elabora su institución es
"relativa" y que si los países caen en la parálisis "tienden a caer
porque otros países los sobrepasan".
"España se ha
mantenido no porque haya hecho algo, sino porque hay varios países,
sobre todo latinoamericanos, que han caído, así que España se mantiene
no por mérito propio, sino por problemas de otros", declaró.
El ránking del Centro Mundial de la Competitividad muestra el dominio
de Singapur, que se atribuye a su avanzada infraestructura tecnológica,
la preparación de su fuerza laboral, sus leyes favorables a la
inmigración y las formas prácticas en que se promueven los nuevos
negocios.
Estados Unidos ha perdido su primer lugar
de 2018 y de años anteriores (ahora está en tercer puesto tras Hong
Kong) porque el efecto inicial de entusiasmo generado por las políticas
fiscales adoptadas por la Administración del presidente Donald Trump ha
decaído, según el análisis del IMD.
Aunque EEUU siga
dictando el ritmo en cuanto a desempeño económico y de infraestructuras,
su economía se ha visto afectada por los altos precios de los
combustibles, una disminución en las exportaciones de tecnologías y
fluctuaciones del dólar.
Para Bris, los mercados se
encuentran ante incertidumbres de talla por los rápidos cambios en la
política internacional y en las relaciones comerciales, frente a los
cuales sólo instituciones fuertes pueden garantizar la estabilidad que
se necesita.
Asia surge en este listado como un
modelo de competitividad, con once de sus catorce principales economías
que ganan posiciones o al menos mantienen las que tenían, además del
hecho de que Singapur y Hong Kong encabezan la lista.
La excepción en ese cuadro es Japón que cae cinco lugares hasta el
puesto 30 debido a su debilitada economía, la deuda gubernamental y un
entorno de negocios poco propicio.
En el caso de
Europa, gran parte de las mayores economías han perdido posiciones, como
la alemana, que bajó dos y está en el puesto 17, mientras que Reino
Unido aparece en el 23, tres más abajo que el año pasado, afectado por
el Brexit.
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