MADRID.- “Lo que no se entiende en Europa es que un partido que se autodefine
como liberal se apoye en la ultraderecha ni en Andalucía ni en otros
lugares”. Esta ha sido la advertencia que el líder socialista y
presidente en funciones, Pedro Sánchez, ha lanzado a Ciudadanos desde
Bruselas, donde este martes participa en una cumbre europea.
Sánchez,
además, ha subrayado la “contradicción” que supone esa estrategia del
partido naranja y ha pedido a Albert Rivera que levante el cordón
sanitario al PSOE. Unas horas antes, el secretario general de C's, José
Manuel Villegas, ha afirmado que su partido no se cierra a negociar con
los socialistas, pero siempre que acepten unas condiciones bastante
duras como es renegar del 'sanchismo' y de las políticas de Sánchez,
especialmente en lo relativo a sus pactos con el independentismo.
Villegas ha comparecido en rueda de prensa tras la primera reunión
del Comité Nacional de Negociación para la Formación de Gobiernos
Autonómicos y Locales, donde ha explicado que por ahora no se han
iniciado conversaciones en ningún territorio.
Según ha indicado, el
objetivo de Ciudadanos será que se apliquen “políticas nuevas” en los
futuros gobiernos. Aunque ha recordado que en campaña Ciudadanos dijo
que sería “muy difícil” alcanzar pactos electorales con “el PSOE de
Sánchez”, ha señalado que quieren ver si en algún sitio “hay alguien que
reniegue de las políticas del secretario general y presidente, de los
pactos con separatistas y populistas y que crea que es hora de aplicar
el 155 en Cataluña”.
“Si hubiera alguien en algún sitio -ahora mismo no
lo vemos- también se podría hablar. Pero lo normal es que lleguemos a
acuerdos con el PP”, ha afirmado.
Ese ha sido el mensaje del partido naranja durante toda la campaña
pero la pérdida de votos de los populares en territorios clave le aboca a
incluir a Vox en la ecuación del pacto si quiere que una serie de
gobiernos locales queden en manos del bloque de la derecha. Por eso, el
comité negociador que ha constituido Ciudadanos no se cierra a hablar
con el PSOE aunque con condiciones.
Villegas ha respondido con ambigüedad cuando se le ha preguntado por
un posible pacto con el PSOE para que Begoña Villacís, candidata de la
formación naranja, se convierta en alcaldesa de Madrid a cambio de que
C's permita al socialista Ángel Gabilondo presidir la Comunidad de
Madrid.
“No hay ninguna operación en ningún municipio ni comunidad
autónoma a día de hoy”, ha insistido añadiendo a continuación: “¿Nos
gustaría que Begoña Villacís fuera alcaldesa de Madrid? Sí, y lo vamos a
intentar. ¿Nos gustaría que Ignacio Aguado fuera presidente de la
Comunidad? Sí, y lo vamos a intentar”.
El pacto para dar el Ayuntamiento de la capital a la candidata de C's,
Begoña Villacís, a cambio de que los naranjas apoyen al socialista
Ángel Gabilondo en la Comunidad de Madrid, no está mal visto por el PSM y
su secretario general, José Manuel Franco, así lo ha reconocido en
declaraciones a La Sexta: “Estamos abiertos a todo tipo de acuerdos
siempre que sean gobiernos de progreso y cambien la situación política”.
Sin embargo, en Ferraz no son tan complacientes. La vicesecretaria
general, Adriana Lastra, ha rechazado lo que ha descrito como “un
intercambio de cromos” pero sin renunciar a la ‘opción Gabilondo’.
“Esperamos un acuerdo para frenar a la ultraderecha y que Ángel
Gabilondo sea presidente de la Comunidad de Madrid, pero no estamos
intercambiando cromos, ni esto es un mercado persa, y quien lo pretenda
no ha entendido nada de lo que ha salido de las urnas”, ha afirmado en
una entrevista en RNE.
Por su parte, el candidato de C's a presidir el gobierno madrileño,
Ignacio Aguado, ha dejado claro que él solo pactará con el PP. Eso sí,
también ha asegurado que no quiere a Vox en el Ejecutivo regional.
Y,
¿qué dice a todo esto el partido de extrema derecha? Aunque aún no ha
definido su estrategia -lo hará en una ejecutiva que tiene previsto
reunir esta misma semana- todo indica que no va a pasar por el ‘aro
andaluz’, dando sus votos a otro partido en el Parlamento regional sin
sentarse a negociar con luz y taquígrafos y sin tocar poder.
Esto es lo
que ha advertido este martes su candidata a la presidencia de la
Comunidad, Rocío Monasterio quien, además, ha calificado de “fraude” el
supuesto trueque de Gabilondo por Villacís y ha lanzado un mensaje a C's:
los votantes del partido naranja no entenderían que sus votos sirvieran
para encumbrar al PSOE.
La cuestión es que muchos votantes de C's y sus
aliados internacionales tampoco entienden que sus votos introduzcan a
los ultras en gobiernos municipales y autonómicos y eso es,
precisamente, uno de los factores que está sopesando la formación de
Albert Rivera.
Villegas ha dejado claro que su partido no descarta presidir
gobiernos autonómicos y municipales incluso en lugares donde -como en la
ciudad de Madrid- no ha sido la fuerza más votada en las elecciones del
pasado domingo. No ha aportado mayores precisiones sobre si Ciudadanos
se negaría a abstenerse para permitir la investidura de Gabilondo como
presidente de la Comunidad de Madrid, ciñéndose a la fórmula que el
lunes acordó la Ejecutiva de abordar los posibles pactos de forma
puntual, caso a caso.
“Queremos cumplir con lo que prometimos a los
votantes”, pero “habrá que ver con qué fórmula se hace en cada
territorio”, ha asegurado. Cabe recordar que durante la campaña
electoral, Aguado ya se apuntó a la estrategia del cordón sanitario en
torno al PSOE que marcó su líder nacional para arrebatarle votos de la
derecha al PP.
Como en el Partido Popular, en Ciudadanos también hay algunas voces
discordantes. Una de ellas es la del llamado ‘barón díscolo’ de Castilla
y León Francisco Igea, quien ha publicado un post público en su cuenta de Facebook
donde mete presión al PP y avisa de que en Castilla y León ha llegado
“el fin de la era” del “clientelismo”.
El miembro de la Ejecutiva que se
rebeló contra la apuesta de Rivera para concurrir a las elecciones, la
expopular Silvia Clemente, y la desafió y venció tras demostrar
irregularidades en el proceso de primarias, tiene claro que en su
comunidad debe haber “cambio”.
En Castilla y León, el PSOE podría acabar
con uno de los principales feudos del PP desde hace más de 30 años. Los
socialistas han conseguido 35 diputados de un parlamento de 81, donde
la mayoría absoluta está por tanto en los 41 votos. El PP tiene 29 y C's
13, lo que significa que ambas fuerzas podrían sumar los escaños
suficientes sin necesidad de Vox, que ha logrado solo 1.
Otra comunidad donde el papel de Ciudadanos puede resultar decisivo
es Aragón. El PSOE ha ganado las elecciones con 24 diputados. Le siguen
el PP con 16, Ciudadanos con 12, Podemos con 5, CHA con 3, Vox con 3,
PAR con 3 e IU con 1.
Los votos de PSOE, Podemos-EQUO, CHA e Izquierda
Unida no alcanzarían los 34 escaños necesarios para gobernar con un
Parlamento de 67 miembros. El PSOE solo conseguiría gobernar si pacta
con el partido naranja, con el que suma 36 escaños.
Por el lado de la
derecha, también sumaría una mayoría absoluta un pacto entre el PP,
Ciudadanos, PAR y Vox. Todos ellos juntos alcanzan los 34 diputados.
En este caso concreto, el candidato de C's a la presidencia regional
se inclina claramente por el segundo bloque. Pérez es de los convencidos
de que no hay acercamiento posible a los socialistas aragoneses a menos
que den la espalda a Sánchez.
Y no es que Javier Lambán, que lidera el
PSOE regional, sea un incondicional del secretario general pero para su
rival de Ciudadanos “ha sido incapaz o no ha querido fijar una posición
clara” contra el PSOE nacional”.
Tras explicar que “es verdad que Lambán
volvió a lanzarnos un guiño, pero fue un minuto después de tener claro
que no podía sumar por la izquierda”, ha reprochado al dirigente
socialista que su “opción clara” haya sido siempre pactar con Podemos.
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