jueves, 15 de noviembre de 2018

Felipe González asume que el PSOE tendrá que pactar con Podemos si quiere gobernar

SEVILLA.- El expresidente del Gobierno Felipe González ha apuntado este jueves que "no le preocupa" que la fuerza de un gobierno dependa de Podemos o de su secretario general, Pablo Iglesias, aunque ha apostillado que, "si yo fuera presidente del Gobierno, no me gustaría". 

Además, ha indicado que "participar o no en una coalición viene determinado, no por la personalidad individual de cada cual, sino por la convergencia o divergencia de los proyectos que presentas para tu país". 
"Esto es lo que lo condiciona, no la simulación que puede hacerse en un momento o en otro", ha añadido González.
A la pregunta de si incluiría a Iglesias en un gobierno, ha contestado que no cree que el líder de Podemos “guste mucho de mí”, al igual que le puede ocurrir a él en sentido contrario, pero se ha declarado “dispuesto a hablar con todo el mundo”, aunque “hay algunos elementos que podrían ser esenciales que lo harían muy difícil, salvo que hubiera convergencia de posiciones”.
De igual modo, sobre la visita de Iglesias a la cárcel a entrevistarse con el exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña Oriol Junqueras mientras se negociaban los Presupuestos Generales del Estado de 2019, González ha apuntado que “cada uno puede hacer lo que quiera con su tiempo” y en todo caso él ha oído a varios representantes del Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez aclarar que el líder de Podemos no actuaba por “encargo” del Gobierno, por lo que el representante del partido morado “no parece estar autorizado por nadie”.
En todo caso, ha llamado la atención acerca de que cuando Iglesias salió de entrevistarse con el lehendakari, Íñigo Urkullu, indicó que “nosotros ya hemos hecho lo que teníamos que hacer, ahora le toca mover ficha al Gobierno, también en materia presupuestaria”. “¿Perdone? ¿También? ¿Qué es lo que no era ese ‘también’, que parece ser el centro de lo que habla? ¿Será la construcción de una plurinacionalidad de autodeterminación boliviana?”, se ha cuestionado González.
El expresidente ha insistido en que “lo que más le llamó la atención” fue ese “también” que deslizó Iglesias “cuando salió de ver a Urkullu”, y ha comentado que el líder de Podemos “tiene periodos de máxima exposición y otros de inmersión y reposo”.
Sobre el proyecto de Presupuestos en sí que el Gobierno ha acordado con Unidos Podemos, González ha señalado que lo ha visto es que “son más bien positivos” y “prudentemente, tímidamente positivos”, además de “prudentemente anticíclicos, cumpliendo con los requerimientos” de la ministra de Economía, Nadia Calviño, “no los de la Unión Europea”, según ha apostillado. 
En esa línea, ha indicado que la Unión Europea es “un proceso de cesión de soberanía en cada acuerdo que se toma para compartir” esa soberanía, “no para que la ejerza otro a quien pueda echar la culpa de las torpezas de uno”.
El expresidente del Gobierno ha sostenido que la esencia de la democracia no es la alternancia, sino la “aceptabilidad de la derrota”, y ha defendido que Susana Díaz es la que más se juega en las elecciones andaluzas del 2 de diciembre. 
“Quien se la está jugando más claramente por el destino de los andaluces está presente aquí”, ha dicho en referencia a la presidenta de la Junta y candidata a la reelección, que ha asistido al desayuno informativo.
Respecto al resto de los partidos, les ha recomendado autocrítica y que, en lugar de “romper las reglas juego y descalificarlo todo”, intenten “mejorar y no seguir cometiendo errores para ganar cuando toque”.
De Susana Díaz ha dicho que puede “gustar más o menos”, aunque personalmente ha considerado que es la mejor candidata.
Durante el coloquio, ha criticado la campaña en las redes sociales de Nuevas Generaciones del PP en la que se llamaba “ratas” a Susana Díaz y a los expresidentes de la Junta, y ha espetado: “Hay cosas que no son tolerables”. Horas antes de que arranque oficialmente la campaña electoral, ha pedido: “No nos pongamos nerviosos y que gane el o la mejor”, que en su opinión es Susana Díaz.
En otro momento del coloquio, ha señalado que los próximos gobiernos, aunque haya minorías mayoritarias “sólidas” como cree que pasará en Andalucía, van a tener que “acordar y pactar”, por lo que ha advertido del riesgo de negar “el pan y la sal”.
Sobre la posible entrada de Vox en el Parlamento, ha dicho: “Ya tuvimos a Blas Piñar (líder de Fuerza Nueva)” y ha lamentado que se esté “todo el día hablando de eso” antes de apostillar: “Entre todos la mataron y ella sola se murió”. 
“Ahora hay un deseo morboso de que España no sea una excepción, de que existan estas voces también por aquí”, ha ironizado en referencia a la irrupción de los partidos de ultraderecha en distintos países.
Respecto a las críticas por los cambios en los métodos de estimación del voto en las encuestas del CIS, ha dicho que lo que le parece criticable es que “cambien de criterio”, pero ha subrayado el trabajo “riguroso” del Centro de Investigaciones Sociológicas. 
“El CIS no es Tezanos; ese aparato no es manipulable, es un colectivo humano con muchos años de experiencia y lo hace bien”, ha recalcado.
El expresidente del Gobierno también se ha pronunciado este jueves sobre la carta que Unidos Podemos-En Comú-En Marea ha remitido a la Casa Real dirigida a Juan Carlos I para pedirle que comparezca a petición propia en el Congreso. 
Una petición que, a su juicio, se trata de “un exponente” de la “especie de carga de caballería” que cree que se da ahora “contra la institución monárquica y la Jefatura del Estado”.
González ha indicado que cuando ésta “se plantea desde los separatistas se piensa que están en contra del Rey Felipe porque es monarquía o por el discurso del 3 de octubre” de 2017, si bien, según ha recordado, antes de ese día ocurrieron los atentados de agosto en Cataluña, “y las descalificaciones y los gritos” cuando el monarca se desplazó a Barcelona a participar en la manifestación contra dichos actos terroristas “eran los mismos que después del 3 de octubre”. 
En ese sentido, ha opinado que “si en lugar del rey Felipe fuera el anterior o fuera presidente de la República estarían descalificándolo como presidente de la República”. 
“Quieren plantearse un problema que no existe porque no saben resolver los problemas que existen”, ha añadido.
González ha hablado de un “interés liquidacionista”, de “desestabilizar”, y ha señalado que él no ha sido “nunca monárquico, pero se dice, con razón, que he defendido a la institución más que ningún otro”, y ha apuntado que no sabe “dónde quieren ir” los “bromistas que quieren poner en crisis la estabilidad de la convivencia constitucional para liquidarla”.
“Prefiero 800 millones de veces más la Jefatura del Estado que tenemos, incluso la anterior, que la que ellos admiran“, ha comentado González, que ha concluido advirtiendo de que “estos están previniendo el 6 de diciembre”, cuando se cumplen 40 años de la aprobación de la Constitución.

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