MADRID.- La vuelta al horario de invierno durante la noche del sábado 27 al
domingo este fin de semana se producirá en medio del debate europeo
sobre la utilidad real de una medida que parece condenada a la
desaparición en 2019.
Así, a las 03:00 horas de la madrugada del domingo habrá que retrasar los relojes hasta las 02:00,
una medida en vigor oficialmente desde que la directiva 2000/84/CE
fijara las reglas que marcan el inicio del horario de verano en marzo y
su finalización en octubre.
Ahora, la propia UE plantea la desaparición del cambio bianual de
horario -en verano y en invierno- a través de una nueva Directiva
Europea que podría promulgarse en 2019 y que el presidente de la
Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, defendió durante su último
discurso de la Unión el pasado 12 de septiembre.
Durante los pasados meses de julio y agosto, la CE organizó una
consulta entre los ciudadanos europeos en la que participaron 4,6
millones de personas: el 84 % de ellas se manifestaron a favor de suprimir los adelantos y retrasos estacionales.
Las primeras disposiciones de este tipo se adoptaron en todo el
territorio de la UE a consecuencia de la crisis del petróleo de 1973,
como una medida complementaria para fomentar el ahorro energético.
Sin embargo, en los últimos años ha ido creciendo un movimiento
ciudadano que cuestiona la idoneidad de mantener una disposición cuyo
ahorro real podía ser de sólo 6 euros al año en la factura energética
por hogar, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de
la Energía (IDAE).
“El cambio de hora tenía una justificación en los años 70 a partir de la llamada crisis del petróleo, pero no en el año 2018”, ha asegurado el presidente de la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe), José Luis Casero.
Casero aplaude la propuesta de eliminación planteada por las
autoridades de Bruselas porque “con los nuevos modelos de organización
del trabajo, de las familias y el uso de lámparas de bajo consumo”, el
ahorro energético que se produce es “marginal”.
Además, ha hecho hincapié en razones sanitarias ya que “aunque
hubiera una justificación económica, debemos primar la salud de las
personas”, si bien un comunicado facilitado por el portal
www.eltiempo.es califica de “falso” que el cambio de hora genere “graves
trastornos en el organismo” sino más bien “leves afecciones que se
superan a los pocos días” asumiendo una serie de rutinas.
Entre ellas, modificar poco a poco el horario de las comidas, ajustar la hora de irse a dormir o no echar siesta el domingo.
También hay posiciones favorables a mantener la alternancia de la hora,
como la que defiende el IDAE, para el cual sólo en iluminación en
España se ahorra un 5 % del consumo eléctrico -unos 300 millones de
euros- al disponer los ciudadanos de más luz en las horas de la tarde.
En todo caso, fuentes de la Comisión
Europea en España han asegurado que “queremos que tanto el Parlamento
como el Consejo aprueben
nuestra propuesta cuanto antes” para eliminar el cambio de hora.
Esa propuesta, que “debería estar aprobada a más tardar en marzo de
2019” incluye la elección por parte de cada país miembro de la UE del
horario definitivo por el que se regirá permanentemente, el cual deberá
ser notificado “como tarde” en el mes de abril.
Todo el proceso debería estar resuelto antes de las próximas elecciones europeas previstas para mayo. De
esta forma, el último cambio obligatorio de la hora de verano tendría
lugar el domingo 31 de marzo de 2019, aunque para los países que escojan
la hora de invierno habrá otro cambio, ya definitivo, el domingo 27 de
octubre de 2019.
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