lunes, 1 de octubre de 2018

Cataluña peor que nunca / José Oneto *

El independentismo ha celebrado este lunes el primer aniversario del Referéndum del 1 de Octubre de 2017, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional, con movilizaciones en las calles, cortes de vías del AVE, asalto a la sede del Govern en Gerona para quitar de su mástil la bandera española, enfrentamientos de manifestantes con la policía y los Mossos, ocupación de plazas y calles por miles de manifestantes que pedían independencia y República, de acuerdo con lo votado el 1 de Octubre y proclamado días mas tarde en una DUI (Declaración Unilateral de Independencia).

Los incidentes de hoy y los enfrentamientos del fin de semana por la actuación de los Mossos que han provocado la petición de dimisión del presidente Torra y del Consejero de Interior Buch, por parte de los Comités de Defensa de la Republica (CDR) y de la CUP, han radicalizado al propio Presidente de la Generalitat que ha animado a los más radicales a que prosigan luchando en la calle, por la independencia y por la República. Ha sido en Sant Juliá de Ramis, en Gerona donde Torra ha pronunciado sus palabras de apoyo a quienes han participado en todos los incidentes para decirles: “Presionad, y hacéis bien en presionar”.

Esos incidentes y la solidaridad de Torra con ellos, han provocado la reacción del Partido Popular que ha vuelto a pedir la aplicación inmediata del artículo 155, y de Ciudadanos que ha solicitado un Pleno extraordinario del Congreso de los Diputados para debatir la situación catalana y la respuesta que le está dando el actual Gobierno. El líder del PP, Pablo Casado, ha sugerido, además, que se deben ilegalizar todos los partidos nacionalistas catalanes a raíz de los últimos acontecimientos en Catalunya. “Solicitamos la modificación de la ley de partidos para que se pueda actuar ya contra aquellos partidos y organizaciones en Catalunya que están alentando la violencia e incitando a la confrontación civil.

Presentada este Lunes como la historia de un gran triunfo, el Referéndum del 1 de Octubre, fue, sin embargo, la historia de un gran fracaso, algo que a muchos catalanes les gusta celebrar desde la histórica fecha de 1714, en la que se conmemora la caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas, al mando del duque de Berwick durante la Guerra de Sucesión Española el 11 de septiembre de 1714, tras catorce meses de sitio y que conllevó la abolición de las instituciones catalanas, tras la promulgación de los Decretos de Nueva Planta.

Un año después de aquel Octubre, excepto el triunfo mediático internacional convenciendo a la opinión pública mundial  (y ante la parálisis del Gobierno y de la Secretaria de Estado para la Información en manos entonces de Carmen Martínez Castro) de que la represión fue de tal brutalidad que hubo un millar de heridos de diversa consideración, algunos de ellos graves, la consulta no tuvo las míninas garantías democráticas, con papeletas hechas en casa y sin ningún tipo de censo. Se pudo votar, y así lo hicieron varios periodistas, sin ningún control, las veces que cada participante quiso.

De todos esos heridos que tanto impacto internacional tuvo, nunca se conoció, a pesar de la insistencia de los medios, su filiación, como nunca tuvieron el consuelo de ser visitados ni por el Presidente de la Generalitat, ni por ninguno de sus Consellers. ¿Se imaginan esas imágenes de heridos contando a Puigdemont, en TV3, como fueron masacrados por la Policía y la Guardia civil españolas, como aquella mujer que relató que la Policía Nacional, le rompió todos los dedos de una mano, hasta descubrirse que todo era mentira al ver a la misma mujer en otra foto posterior, plenamente recuperada y reconociendo su propia mentira? 

Un año después, el responsable del periódico The Guardian tuvo la honradez, hace poco, de declarar que le habían engañado, que no hubo esa cantidad de heridos ni hubo ese exagerado exceso en la intervención policial.

Aquel 1 de Octubre fue el comienzo de todo, especialmente de una Declaración de Independencia, no aceptada por ningún país que produjo, en un acto de cobardía del Presidente de la Generalitat y de sus consejeros más combativos la huida del país, mientras el propio Puigdemont que ya tenía  todo preparado por el empresario Josep María Matamala, daba instrucciones de que todos estuviesen a primera hora del Lunes 29 de Junio en sus despachos de la Generalitat, tras la entrada en vigor del artículo 155 de la Constitución. 

Ese lunes mientras el President, ponía en twitter una foto de archivo de una imagen del cielo que se veía desde su despacho, escondido en el maletero de un coche y protegido por dos Mossos, el valiente Puigdemont abandonaba a los suyos, especialmente a su vicepresidente Oriol Junqueras, dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con el que no ha vuelto a hablar. Ni con él, ni con su familia.

Por último, el 1 de Octubre fue el gran  fracaso del presidente del Gobierno  Mariano Rajoy, que dejó todo el problema catalán en manos de la Justicia y de su vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, la abogado del Estado que convenció al Presidente del Gobierno que no habría Referéndum porque no había urnas (las urnas estaban escondidas en los lugares más insólitos, desde los maleteros de coches particulares, hasta sacristías de Iglesias y conventos), ni había papeletas, ni había censo.

“No habrá Referéndum en Cataluña” se atrevía a vaticinar Mariano Rajoy ante Donald Tremp en la misma sede de la Casa Blanca días antes ante el asombro de toda la prensa internacional. Esa actitud , fue, a largo plazo, uno de los  factores  que, de algún modo, influyó en el triunfo de la moción de censura contra él, presentada en el Parlamento por Pedro Sánchez y apoyada entre otros por el PDeCat y Esquerra  Republicana de Catalunya.


(*) Periodista y economista


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