NUEVA YORK.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha afirmado este jueves
(madrugada del viernes en España) ante la Asamblea General de la ONU que
el momento actual, con sus "desafíos globales", "no requiere de
mensajes nacionalistas ni de mensajes excluyentes", sino de "forjar un
nuevo liderazgo cooperativo desde la voluntad, no solo de escuchar al
otro, sino de entender el por qué de sus razones".
Si en 2017, en vísperas del referéndum independentista del 1-O, el
entonces ministro ‘popular’ Alfonso Dastis puso el foco de su discurso
en defender las reglas del juego democrático, Sánchez ha convertido su
primera intervención ante la Asamblea en una defensa del
multilateralismo, del “valor del acuerdo y del diálogo” y también de una
“agenda del cambio” ante los desafíos.
Sin embargo, no ha hecho alusión expresa a la política doméstica,
sino más bien a los retos internacionales que, según ha dicho España
encara “desde la esperanza de la acción común frente a quienes infunden
temor e incertidumbre”. Eso si, ha dicho en dos ocasiones que España “es
una democracia plena”.
Así, ha llamado a asumir “con un profundo sentido de la empatía que
nadie, por sí solo, tiene el monopolio de la razón” y a ser conscientes
de que hacen falta liderazgos “capaces de construir consensos y forjar
acuerdos, de encontrar soluciones aprovechando sinergias”.
Además, ha discrepado de quienes apuestan por “el retorno a la falsa
calma de las fronteras y la renuncia a la acción colectiva” como “única
receta”, y ha avisado: “ya sabemos a donde conducen esas ideas”.
Él, por su parte, se ha mostrado orgulloso de la sociedad española
“que no se ha dejado radicalizar al calor de un discurso xenófobo y
basado en la cultura del miedo al diferente”, incluso después de haber
sufrido “los embates de la crisis económica como pocos Estados en
Europa”.
Sánchez ha intervenido a final de la tercera jornada de la Asamblea
General, en una sesión presidida por el embajador español ante la ONU,
Agustín Santos, que es vicepresidente de la Asamblea, después de la
primera ministra de Bangladesh.
El jefe del Ejecutivo ha comenzado su discurso con un reconocimiento
de que la actual presidenta de la Asamblea, María Fernanda Espinosa, es
una mujer latinoamericana, lo que le ha servido para destacar que “este
es el tiempo de las mujeres” y que él es “un político feminista”.
Tras recalcar que su Gobierno pretende “liderar desde el ejemplo” con
un 60 por ciento de mujeres, Sánchez ha apostado por una “hoja de ruta
global para erradicar todas las discriminaciones que todavía sufre la
mujer, ya se llame violencia de género, trata de mujeres o mutilación
genital”.
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