MADRID.- El ex comisario Villarejo guardó antes de ser arrestado las grabaciones a jueces, fiscales, políticos, periodistas y empresarios que registró durante 25 años con un micrófono, según informa El País. El policía hizo tres copias de seguridad de sus discos duros que distribuyó en tres países fuera de España, asegura el diario de fuentes de la investigación que indaga una red dirigida por el propio Villarejo que está acusada de pertenencia a organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales.
El material oculto tiene capacidad para “sacudir los cimientos del Estado”, insisten las mismas fuentes al diario.
Los registros en noviembre de 2017 a las cuatro viviendas relacionadas con el excomisario José Villarejo
se saldaron con el recuento de 205.000 euros en metálico, así como con
47 lápices de memoria y 14 discos duros donde guardaba la información
que ahora analiza la Policía.
Los resultados de los registros efectuados por orden del juez del
caso Tándem, que se recogen en los tomos del sumario de la causa muestran que Villarejo guardaba dinero en metálico en las viviendas que la Policía registró.
Se trata de una finca llamada “El Montecillo” y compuesta por una
casa de grandes dimensiones y varios anexos en Boadilla del Monte
(Madrid), que constituía según la Policía su “residencia habitual” junto
a su mujer, dos viviendas en la misma localidad a nombre de sociedades
suyas y una cuarta en Estepona (Málaga) que los investigadores
identifican como su segunda residencia.
En concreto, en una de las casas de Boadilla del Monte los agentes
hallaron casi 96.000 euros en metálico y 3.500 dólares, aunque la
cantidad mayor apareció en Estepona, donde encontraron 109.810 euros.
Además del dinero, los agentes se incautaron de numerosos
dispositivos para almacenar datos, de manera que se hicieron con teras y
teras de información que están ahora analizando y que arrojan, además
de documentos, muchas grabaciones que Villarejo hacía de sus conversaciones privadas.
Así, en la finca de Boadilla, que tiene su entrada por la avenida de
España, se encontraron 41 “pendrives” y 3 discos duros externos,
mientras que en otro de los domicilios de esta localidad, en la calle
Mártires, se hallaron otros 3 lápices de memoria y 7 discos duros.
En la casa de Boadilla de la calle Clavel los policías encontraron 3
discos duros externos y otros 4 lápices de memoria, mientras que en
Estepona solo hallaron un disco duro.
Todo ello sin contar numerosos CDs y DVDs, así como ordenadores, teléfonos y tabletas.
Villarejo, en prisión desde
hace casi un año por el caso Tándem, fue detenido en las mismas fechas
en las que se realizaron los registros.
En las conversaciones que
aparecieron almacenadas en los dispositivos incautados se jactaba de sus
métodos para encriptar información y aseguraba que si un día
registrasen su casa encontrarían “un poco de pasta”, pero no
comunicaciones, dado que esas las llevaba “a rajatabla”.
Sin embargo, la Policía encontró una cantidad ingente de información
que está procediendo a desencriptar y también halló grabaciones (como la
de Corinna zu Sayn-Wittgenstein) en los registros a su socio y abogado
Rafael Redondo.
En concreto, en la entrada a la casa de Redondo de la localidad
madrileña de Galapagar se encontraron 11 discos duros, 8 lápices de
memoria y otros ordenadores y tabletas.
Finalmente, en el registro de la empresa de la Torre Picasso de Madrid donde Villarejo
tenía el epicentro de sus empresas y en la que Redondo disponía de
despacho, se encontraron otros 9 discos duros externos con información, 8
“pendrives” y dos grabadoras, así como 3.625 euros, 1.727 dólares y 350
libras esterlinas.
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