En el quinto
aniversarios del 15-M miles de personas han salido a celebrar en España,
y muy en especial en Madrid, el nacimiento de este ‘movimiento de los
indignados’ conocido como el 15-M. Dada la proximidad de las elecciones,
su claro apoyo a Podemos y el debate sobre la posibilidad del adelanto
electoral de la confluencia Unidos Podemos sobre el PSOE, la lectura del
éxito de la manifestación ha incrementado la preocupación de los
líderes del PSOE a ese ‘sorpasso’.
La
manifestación que se ha iniciado en Cibeles, concluía en la
Puerta del Sol, que en el 2011 se convirtió en el epicentro del origen
de la gran movilización ciudadana que agitó la vida política
española. Aquel movimiento, primero ayudaría a dar por concluido
el Gobierno socialista de Zapatero, que les había permitido acampar
en Sol, a la vez que sembró el germen que ha acabado con el
bipartidismo en las elecciones generales celebrado casi cinco
años después.
Podemos se considera sucesor natural del
movimiento ciudadano, sus líderes no han acudido a la
manifestación de forma oficial, pero Pablo Iglesias ha
aprovechado la oportunidad para felicitarles a través de Twitter:
‘Nadie puede representar un movimiento y, sin embargo, el 15-M
representó un nuevo país. Feliz cumpleaños’.
En el lado
opuesto, Pedro Sánchez ha querido volver a marcar la diferencia con
la que considera ‘izquierda extremista’ que representan los
manifestantes de la Puerta del Sol y sus herederos, tanto física
como políticamente.
Así, para hacer oficial la
presentación de su ‘Gobierno en la Sombra’, que los medios habían
anticipado restando relevancia a la presentación, se ha
marchado al otro rincón de España. Se ha ido hasta Barcelona, donde
además espera recuperar una parte del electorado catalán.
Convencido
de que la recuperación de sus votos está en el centro y centro
izquierda, ha apelado al espíritu de Adolfo Suárez a quien muchos
socialistas de ahora consideran un socialdemócrata frustrado
por no haber podido ocupar en su día ese espacio, porque ya lo
llenaba mucho mejor, Felipe González.
Sánchez ha apelado al
espíritu de diálogo y consenso, y ha recordado a Adolfo Suárez
parafraseando la frase más simbólica del discurso del cambio,
‘Puedo prometer y prometo’. Con esa percha para tratar de recuperar
el dialogo, Sánchez ha asegurado que “puedo prometer y prometo
decencia, puedo prometer y prometo diálogo, puedo prometer y
prometo, dedicación”.
En esta ocasión ha evitado descartar
que, llegado el caso, tampoco se sentará a negociar con Mariano
Rajoy, por si fuera necesaria la gran coalición para salir del
impasse político en el que ha entrado España.
Pero desde filas
socialistas de Castilla La Mancha echaban en falta un mensaje más
lleno de ilusión, que sea capaz de volver estimular a sus
tradicionales votantes para recuperar el terreno perdido.
Desde
Toledo en cambio ponen como ejemplo el empuje y las ganas de victoria
de Susana Díaz, empuje y mensaje que echan en falta en Pedro Sánchez.
Recuerdan como la pasada semana la líder socialista andaluza
marcaba el camino: “no podemos conformarnos con ser segundos,
tenemos que ser los primeros, tenemos que ganar y si renunciamos a
ganar, los ciudadanos no nos van a reconocer como el PSOE”.
Es
lo que esperan volver a oír de Susana Díaz el próximo miércoles en
el acto que ha programado en los desayunos organizados por el Foro
de la Nueva Economía donde se espera un mensaje claro sobre qué hacer
y cómo hacerlo.
Como anécdota desde fuentes socialistas
apuntan a la sorpresa que supone que vaya a ser presentada por el
destacado y mediático economista, José Carlos Díez.
Otrora
habitual de las comparecencias en las televisiones oficiales,
tras la llegada de los populares, la presencia de Díez ha quedado
muy difuminada en estos medios, pese a conocerse que fue uno de
los principales inspiradores de las ideas económicas de Rodríguez
Zapatero y otros destacados líderes socialistas.
(*) Periodistas
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