PAMPLONA.- Navarra es una de las comunidades que tras la celebración de los
comicios autonómicos del pasado domingo depende de los pactos para que
se imponga uno u otro color político.
En concreto, el PSN debe decidir
entre apoyar un Gobierno encabezado por Navarra Suma -PP, UPN y C's- o
ponerse del lado del bloque de izquierda representado por Geroa Bai, EH
Bildu y Podemos.
Bildu es el elemanto que distorsiona una decisión que
aparentemente no debería revestir mayor problema.
Tras la reunión de la
Ejecutiva socialista del pasado lunes, José Luis Ábalos dejó claro que
no pactaría con Bildu y que no apoyaría ninguna fórmula que incluyera a
esa formación.
El presidente del PNV de Guipúzca, Joseba Egibar, manifestó ayer en
Radio Euskadi que la celebración de las elecciones generales,
municipales y autonómicas constituye el punto de partida de una serie de
negociaciones en las que, bajo su punto de vista, existen “tres
vértices, y la pregunta es quién necesita a quién y donde”.
El
nacionalista apuntó que el primero de ellos es la investidura de Pedro
Sánchez, que precisa del apoyo del PNV y de los soberanistas catalanes
para volver a ser presidente del Gobierno.
“Nos necesita, y si quiere negociar, ya sabe que deberá hablar
directamente con nosotros y qué cuestiones vamos a poner encima de la
mesa”, puntualizó Egibar, quien destacó que el segundo vértice se
encuentra en Navarra, donde el PSN deberá escoger entre el bloque
constitucionalista o el de la izquierda radical.
Su decisión tiene una
“enorme importancia” para el PNV, aseguró el presidente de la Ejecutiva
guipuzcoana, quien deslizó que el apoyo de su partido a Sánchez en
Madrid podría peligrar si finalmente los socialistas navarros se
decantan por la opción de los partidos de derecha.
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