MADRID.- Dos citas electorales en el último mes han dejado la política
española muy fragmentada, abriendo paso a una compleja y difícil de
predecir ronda de intercambio de cromos mientras los principales
partidos tratan de formar alianzas.
A nivel nacional, parece
probable que el presidente del Gobierno en funciones, el socialista
Pedro Sánchez, se mantenga en el poder tras obtener un tercio de los
escaños en las elecciones generales del 28 de abril, aunque aún no está
claro qué partidos le respaldarán y qué ofrecerá Sánchez a cambio.
Aún
hay mayores interrogantes respecto a quiénes controlarán los
ayuntamientos de Madrid y Barcelona tras las elecciones municipales del
domingo 26 de mayo.
¿Y qué pasará con los escaños de los cuatro diputados y un senador catalanes independentistas que están en prisión provisional?
A continuación, una descripción de los posibles escenarios:
SÁNCHEZ, ELEGIDO PRESIDENTE EN PRIMERA VUELTA
Se
prevé que la ronda de contactos para formar gobierno arranque la semana
que viene, y el Congreso probablemente celebrará la sesión de
investidura en las primeras dos semanas de julio, dijo el viernes la
ministra portavoz en funciones
Para ser investido en
primera ronda, Sánchez necesitaría el respaldo de la mayoría absoluta
de la Cámara. La suma del PSOE, su aliado antiausteridad Podemos y
algunos partidos regionales excepto los independentistas catalanes le
dejarían a un escaño de la mayoría.
Pero
la Mesa del Congreso suspendió la semana pasada a cuatro diputados
secesionistas catalanes que están en prisión provisional mientras se
celebra el juicio sobre su papel en la deriva soberanista catalana de
2017. Si nadie ocupa sus escaños, Sánchez podría ser investido en
segunda votación sin el respaldo de los catalanes.
Con el pulso
independentista eclipsando la política española, negociar el apoyo de
los separatistas podría costarle a Sánchez otros aliados.
SÁNCHEZ ES INVESTIDO EN SEGUNDA VOTACIÓN
Si
los cuatro escaños de los políticos catalanes presos son entregados a
otros nombres de la lista y éstos votan en contra de Sánchez, solo
tendría que esperar a la segunda votación - donde es suficiente con una
mayoría simple - para ser investido. PSOE y Podemos podrían alcanzar
este escenario con el apoyo de todos los partidos regionales no
catalanes y una abstención.
HISTORIA DE DOS CIUDADES
Pero
cualquier esperanza de Sánchez de contar con un eventual apoyo de los
separatistas catalanes en el Congreso podría desvanecerse si en
Barcelona se implementa la alianza a tres bandas que propone el
centrista Ciudadanos para evitar que ERC se haga con el ayuntamiento de
la ciudad condal.
Por otra parte, esta alianza podría cerrar la
brecha entre PSOE y Ciudadanos, que hasta la fecha se ha opuesto
firmemente a un nuevo gobierno de Sánchez.
Mientras tanto, en
Madrid, el conservador Partido Popular, Ciudadanos y el partido de
ultraderecha Vox -que ya unieron fuerzas en las elecciones regionales
andaluzas del pasado diciembre- suman los suficientes concejales como
para tomar el control del consistorio y el de la comunidad.
Los
dos mayores ayuntamientos del país deben elegir alcalde o alcaldesa
antes de mediados de junio, mientras que los acuerdos para el gobierno
regional en Madrid tienen que rubricarse antes del 2 de julio.
Sin
embargo, las conversaciones sobre alianzas europeas del pasado lunes en
París entre Sánchez y el presidente francés, Emmanuel Macron, en las
que escenificaron su rechazo de la extrema derecha, complican que
Ciudadanos se alíe con Vox.
Ciudadanos pertenece al mismo campo
liberal que Macron y el líder francés es ampliamente considerado como
potencial aliado en el Parlamento Europeo tanto para el Partido Popular
como para los socialistas después de que ambos perdiesen su mayoría.
La
ambición de Sánchez de que España obtenga un cargo de relevancia en la
UE añade todavía más complejidad a la situación y el líder de Vox,
Santiago Abascal, tampoco está poniendo las cosas fáciles a Ciudadanos
porque ahora quiere más influencia para su partido que la obtenida en
Andalucía.
Una alternativa para Ciudadanos sería asociarse con el
PSOE en Madrid tanto para el ayuntamiento como para la comunidad,
nombrando el alcalde y dejando a los socialistas la presidencia
regional.
Una alianza entre el PSOE y Ciudadanos a escala
nacional parece poco probable, pero los acuerdos regionales y europeos
podrían hacer más fácil para Sánchez la tramitación parlamentaria de las
leyes.
ESCASAS PROBABILIDADES DE NUEVAS ELECCIONES
Es
poco probable que los partidos bloqueen la investidura de Sánchez,
aunque sólo sea para evitar que se estanque la formación de un gobierno
después de las elecciones inconclusas de 2015 que en 2016 condujeron a
una repetición de los comicios y a un gobierno conservador débil.
“En
cualquier caso, ahora no hay una alternativa para Sánchez,
especialmente con los números de diputados que hay”, dijo el analista
político Lluís Orriols, que agregó que aunque el coste político de
negociar con los socialistas sería alto para Ciudadanos, este no debía
descartarse.
¿GOBIERNO DE COALICIÓN?
En sus cuatro
décadas de democracia, España nunca ha tenido un gobierno de coalición, y
el plan de Sánchez es gobernar en solitario con el apoyo de otros
partidos en el parlamento.
Pero “nada está acordado hasta que todo esté acordado”, dijo una fuente del gobierno.
Podemos
ha dicho que quiere formar parte de un gobierno de coalición y el PSOE
ha reconocido al menos la posibilidad de incorporar a algunos miembros
de la formación morada.
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