Ya están el PSOE y el PP repartiéndose sin pudor los cargos del
Consejo General del Poder Judicial . Lo que por enésima vez demuestra
que en este país la separación de los Poderes del Estado no existe (solo
hay separación de funciones). No existe y no porque Felipe González
‘mató’ a Montesquieu como dijo Alfonso Guerra, ni porque Alberto Ruiz
Gallardón lo ‘descuartizó’ con la que fue su última reforma.
Nada de eso, la separación de poderes en España no existe porque ‘El
espíritu de la leyes’ y su autor Montesquieu nunca estuvieron presentes
en España cuando se redactó la Constitución de 1978. Y esa ausencia fue
un gran error y el origen de los muchos problemas que ha tenido España
en los últimos 40 años y de los que tiene ahora. Y ahí incluidos dos que
están muy de moda: el desprestigio de la Justicia y la corrupción.
Los que añadidos al desafío del golpe de Estado catalán contra la
unidad de España constituyen el ‘triángulo de las Bermudas’ españolas
por donde se está diluyendo el Estado español, mientras se relativiza
todo lo importante para reducirlo a pequeñas luchas de poder, y se
fragmenta la unidad del país y del bloque democrático y constitucional
en beneficio del populismo radical (de izquierda y derecha) y del
soberanismo vasco y catalán y sus secuelas navarra y balear.
En estas circunstancias recuperar el prestigio del Tribunal Supremo,
que fue zarandeado en su Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo
por causa de las contradictorias sentencias sobre los impuestos de las
hipotecas, es algo fundamental. Máxime cuando estamos en la víspera de
la apertura del juicio del golpe de Estado catalán.
Por ello nos parece lamentable que el PP (a través del muy sospechoso
ex ministro Catalá) haya propuesto al Presidente de la Sala Segunda y
Penal del Supremo, Manuel Marchena, como nuevo candidato del PP para
presidir el Consejo General del Poder Judicial, en sustitución del
impresentable Carlos Lesmes.
Otro error del PP de Casado porque de esa manera señalan a Marchena
como conservador y amigo del PP. Y porque Marchena es de todo punto
inamovible porque además es Presidente y ponente del muy importante
juicio del golpe catalán. Y ese Tribunal ya formado no se puede tocar
sin causar un enorme daño al procedimiento.
Y debería ser el propio Marchena quien rechazará de antemano
cualquier oferta o propuesta que pretenda cambiarlo de lugar, para que
el PSOE se aproveche de esa situación en pos de buscar para la
Presidencia de la Sala Segunda del Supremo un magistrado contrario al
delito de ‘rebelión’ de los capos del golpe catalán y favorable a las
tesis de Sánchez de la ‘sedición’.
Veremos que ocurre pero el hecho de que sea la ministra Delgado y
Catalá quienes están negociando, en nombre del PP y del PSOE, los
relevos en el consejo del Poder Judicial es de por sí para preocupar.
(*) Periodista
https://www.republica.com/el-manantial/2018/11/09/el-juez-marchena-es-inamovible/
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