MADRID.- Pedro Sánchez ha decidido finalmente acudir al debate de investidura. Se había especulado mucho sobre su presencia y el hecho de que no haya acudido a la reunión del Grupo Parlamentario socialista hacía presagiar que se ausentaría. Pero él mismo ha anunciado que se dirigía al Congreso a través de su cuenta de Twitter.
Lo que no dice es qué votará el sábado, que es cando está previsto
que se abstenga el Grupo Parlamentario Socialista para facilitar la
investidura del líder del PP. A su llegada al Congreso, los periodistas
le han preguntado qué hará en la segunda votación de investidura, que es
precisamente la polémica porque se esperan más de una docena de
deserciones de diputados socialistas.
Su respuesta textual ha sido: “El
sábado será otro día”. Y dicho esto ha seguido caminando, abriéndose
paso entre la nube de cámaras y micrófonos que le rodeaba.
Desde su dimisión, tras el Comité Federal del 1 de octubre, Sánchez
no ha aparecido públicamente y se ha limitado a comunicarse vía Twitter.
Después de que el Comité Federal del pasado domingo aprobara la
abstención en una segunda votación, Sánchez publicó un tuit en el que
aseguraba que “pronto llegará el momento en que la militancia recupere y
reconstruya su PSOE”, que será un partido “autónomo, alejado del PP,
donde la base decida”.
Antes de la reunión que ha celebrado el Grupo Parlamentario, el
portavoz, Antonio Hernando, ha enviado una carta a cada uno de los
parlamentarios, incluido Sánchez, recordándoles la posición política
adoptada por el máximo órgano del partido el pasado domingo. Hernando
deja claro en su escrito que no es posible romper la disciplina de voto
por razones de conciencia, como han reclamado algunos diputados, como
Odon Elorza o Margarita Robles.
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