MADRID.- El plan general de campaña de Izquierda Unida para las elecciones del próximo 26 de junio contempla un discurso optimista y en positivo en el que su coalición con el partido de Pablo Iglesias, Unidos Podemos,
se presente como la única alternativa segura al PP y la candidatura
capaz de romper la parálisis política que generaron los resultados del
20D.
Según consta en el documento de estrategia de campaña, IU centrará su trabajo en presentar su
coalición con Podemos como un ejemplo de "generosidad" de ambas
formaciones que permite ofrecer a los ciudadanos una alternativa real al
Gobierno de Mariano Rajoy. "Sí, el reto de esta campaña es al mismo
tiempo ambicioso y posible: ser una alternativa real de gobierno, confrontando directamente con el PP", reza el texto.
La
organización de izquierdas, con Alberto Garzón al frente, cree que su
pacto con Podemos demuestra las virtudes de conceptos como "la diversidad y la complementariedad",
por lo que se alejará de posibles conflictos con el partido morado y
pondrá el foco en los puntos que unen la coalición, resumidos en un
programa mínimo común de 50 medidas.
En
su plan general de campaña, IU es consciente de que pueden surgir
"dificultades" o "contradicciones" con Podemos, por lo que propone
generar "dinámicas de trabajo comunes" y "perder la mínima energía en
conflictos". A su juicio, esto se alcanza proyectando la diversidad
"como una potencialidad y no como un problema".
Pero además, augura que será una campaña "muy agresiva"
en la que Unidos Podemos recibirá múltiples ataques del resto de
partidos, con intentos de "desestabilización y división". Para hacerle
frente, asume que la coordinación con Podemos será un elemento muy
importante y propone contestar a las acusaciones con un tono "afable,
simpatía, alegría revolucionaria y humor", evitando el victimismo, el
identitarismo y "las denuncias de campañas orquestadas".
Durante
el mes que queda hasta los comicios, IU se centrará en una campaña que
genere la "ilusión" de los ciudadanos que confían en un cambio de
Gobierno. "Debemos combatir la idea de la unidad como interés de las
organizaciones. Para ello debemos huir comunicativamente de la sopa de siglas y
hacer de la candidatura un estado de ánimo", se propone, con el
convencimiento de que esta coalición es el único elemento que puede
alterar el resultado de diciembre.
Para ello, cada formación
contará con actos propios y otros comunes, a los que añade la búsqueda
de un amplio apoyo social, con la vista puesta especialmente en el mundo
de la cultura. En sus actos propios, IU hará una campaña a pie de calle
huyendo de los escenarios o tribunas para acercarse directamente a los
votantes.
Además, se presentará a estas elecciones sacando pecho
del intento realizado por Garzón de unir en una mesa 'a cuatro' a PSOE,
Podemos, Compromís e IU para intentar cerrar un pacto de Gobierno. "Nos hemos dejado la piel intentando un acuerdo de las fuerzas progresistas",
destaca antes de reconocer que su conclusión de los últimos meses fue
la necesidad de crear esta candidatura común "como la mejor herramienta
para desbloquear la situación del país".
"La idea de que la cerrazón y egoísmo de los partidos
ha llevado a un callejón sin salida da mucha potencia al acuerdo, a la
unión de fuerzas que han sido capaces de entenderse y nos convierte así
en un 'voto útil'. Podemos jugar así con diversos conceptos:
responsabilidad, unidad, diálogo y generosidad ante un nuevo escenario
de excepcionalidad", plasma en su estrategia electoral.
En cuanto a
los temas de campaña, IU centrará su discurso en la defensa de un "giro
radical" en las políticas económicas que alejen a España de la
austeridad y "una apuesta firme por la democratización del país".
Además, hablará de los conflictos laborales y de las alternativas
económicas y políticas que propone para la lucha contra la precariedad y
por la mejora de las condiciones de vida de las clases populares.
Además,
analiza la postura de sus contrincantes electorales y la forma de hacer
frente a sus ataques. Respecto al PP, augura que su estrategia será la
de "demonizar" a Podemos e IU presentándolo como una opción "radical,
extremista y comunista", además de "una amenaza para la estabilidad, la seguridad y la unidad de España.
Según asume, este último mensaje puede ser más efectivo. Frente a ello,
recuerda los vínculos de los 'populares' con la corrupción, su
responsabilidad en los recortes de los últimos años y su 'soledad' en el
arco parlamentario.
En cuanto al PSOE, augura que confrontará con
el PP de forma "atemperada", intentará diferenciarse de forma
"moderada" de Ciudadanos y realizará un ataque "frontal" a la coalición de Unidos Podemos
centrándose en la figura de Pablo Iglesias como una persona con un
fuerte "ego" que "no es de fiar". Para contrarrestar esta postura, IU
destaca la debilidad de Pedro Sánchez al frente de los socialistas y
señala que su pacto con Ciudadanos le puede pasar factura en un
electorado de izquierdas.
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