BILBAO.- Imagine un punto A al que se puede llegar por un
camino B, pero también por otro denominado C o incluso por uno D. Algo
de eso ocurre en las relaciones entre el PNV y las principales fuerzas soberanistas catalanas:
comparten fines últimos pero no tanto las hojas de ruta que conducen
hacia allí, según Público.
Las diferencias se hicieron notorias tras el rumbo que
adquirieron los acontecimientos en Catalunya, donde la apuesta de la
mayoría del soberanismo por la vía unilateral no convenció del todo a los nacionalistas vascos, bastante más pragmáticos en sus relaciones con el Estado.
Tras el terremoto de los últimos meses
con epicentro en Barcelona, los aliados históricos del nacionalismo
catalán parecen respirar algo más tranquilos, aunque no tanto como les
gustaría. “Siempre apostamos por el diálogo. También por el
reconocimiento de la identidad nacional de Catalunya, por el derecho a
decidir, por un nuevo encaje de Catalunya en el Estado, por la libertad
de los políticos presos y por el cese de la judicialización”, resumieron
a Público fuentes de la Ejecutiva del PNV. “El diálogo –remarcaban- tiene que conducir a todo eso”.
Esos temas estuvieron sobre la mesa en la reunión
que el lehendakari Urkullu mantuvo con el líder de ERC, Oriol
Junqueras, en la cárcel de Lledoners hace algunas semanas, y también en
la cena
que el secretario general del PNV, Andoni Ortuzar, mantuvo el lunes
pasado con integrantes de la dirección del PDeCAT en vísperas de la
Diada. Y seguramente lo estarán en el encuentro que en una fecha aún por determinar mantendrán Urkullu y el president Quim Torra.
¿Habrá ocasión de que Ortuzar o algún otro dirigente
del PNV aborde esos mismos puntos con el ex mandatario Carles Puigdemont
en Waterloo? De momento, los portavoces nacionalistas consultados
aseguran que “no hay nada previsto”, aunque si el president destituido lo solicitase “Ortuzar se presentaría en Bélgica al día siguiente”. Las mismas fuentes señalaron que “no está descartado” un encuentro entre ambos líderes políticos en territorio belga.
Tampoco está cerrada la vía de una nueva intermediación
del PNV para tratar de favorecer el diálogo entre el soberanismo
catalán y el gobierno de Pedro Sánchez. “Ahora mismo no hay nada de eso.
Cuando hemos hecho algo ha sido porque se nos ha pedido”,
destacaron desde el cuartel general peneuvista, donde tienen muy
presente el intento de Urkullu para conseguir que Puigdemont convocara
elecciones y evitara una Declaración Unilateral de Independencia (DUI).
El lehendakari estuvo a punto de lograrlo, pero la presión que recaía
sobre el entonces president y la falta de un diálogo claro y honesto con
el gobierno de Rajoy hizo que aquella oferta saltara por los aires. Luego llegaría la huida y encarcelamiento de políticos, el 155 y todo lo demás.
“Cuando el lehendakari medió fue a petición de la parte catalana.
Nunca hemos ido por libre, y ahora mismo no tenemos ningún tipo de
encomienda”, dijeron las fuentes de la dirección del PNV a este
periódico. No obstante, dejaron claro que podrían volver a actuar como mediadores. ”Si nos pidiesen intermediación, por supuesto que estaríamos dispuestos a hacerlo”, subrayaron.
Correcta, pero no intensa
Los nacionalistas vascos, eternos aliados de CiU
primero y de Convergencia después, hoy mantienen una línea de
comunicación preferente con “la parte orgánica del PDeCAT”, tanto con Marta Pascal como con David Bonheví.
De hecho, ambos dirigentes catalanes estuvieron en el acto de inauguración del curso político que los peneuvistas celebraron el pasado 31 de agosto en Zarautz, y también recibieron a Ortuzar
en la cena previa al día de la Diada en Barcelona. En el marco de esa
visita, Ortuzar y el también burukide (miembro de la dirección nacional)
Joseba Aurrekoetxea visitaron a los también encarcelados Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn.
La relación, en cambio, “no es tan intensa, aunque
sí correcta” con lo que se conoce como Junts Per Catalunya, la
candidatura que se identifica claramente con Puigdemont y que mantiene
una vía de mayor confrontación con el Estado. El PNV, tal como remarcó
Ortuzar en Barcelona, defiende un diálogo “sin condiciones”.
“Nosotros
en Euskadi tenemos experiencia de vivir situaciones complejas, y
el diálogo ha sido el que nos ha permitido salir de ellas”, dijo el
presidente de la formación nacionalista, quien “desde la modestia”,
recomendó a las “autoridades catalanas y a los partidos soberanistas”
que se sienten a dialogar. “Con sus postulados, sin renunciar a
nada, porque nadie puede pedir que se renuncie a las ideas políticas,
pero para dialogar siempre hay ocasión”, subrayó.
Con ERC, mejor que nunca
Asimismo, el PNV ha consolidado sus relaciones con
ERC, formación que hasta ahora no había sido precisamente su aliada en
Catalunya. “Hay más vínculos hoy que hace cinco años”, dijeron
las fuentes consultadas. En tal sentido, recordaron que históricamente
ERC “estaba más próxima a la izquierda abertzale y era socia de Eusko
Alkartasuna”, la escisión del PNV.
Todo eso dificultaba un
aproximamiento que ahora, con Junqueras apostando por el diálogo y la
negociación política, es más real que nunca. “Las relaciones están
viviendo un buen momento”, describieron desde Sabin Etxea.
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