MADRID.- Los trabajadores que se jubilen a partir del 1 de enero de 2019 percibirán una pensión un poco más baja de la que habrían recibido un año antes. La razón es la entrada en vigor del factor de sostenibilidad,
el elemento corrector que introdujo el Gobierno en la última reforma
del sistema que vincula las pensiones con la esperanza de vida. Muchos
ciudadanos lo saben, y quizá por eso algunos han decidido jubilarse un
poco antes y evitar así el recorte en su prestación según informa hoy www.vozpopuli.com.
Según las cifras de la Seguridad Social,
el número de altas en jubilación se ha disparado un 14,2% en enero de
2018, el mes en el que tradicionalmente más pensionistas deciden
retirarse del mercado laboral. No es un porcentaje altísimo, sin duda,
pero sí lo es si tenemos en cuenta lo ocurrido en los últimos años. En
enero de 2017, sin ir más lejos, el número de altas bajó casi un 4% y la
únicas subidas registradas en los últimos siete años no han llegado ni
al 3%.
Solo en enero de 2011 encontramos una cifra
incluso más alta que la de este año. Justo en 2011 se aprobó otra gran
reforma, esta vez redactada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que llevaba tiempo discutiéndose y que, probablemente, también motivó otra avalancha de jubilaciones.
En
enero de 2018, las jubilaciones han crecido en todos los tramos de
edad. Por ejemplo, si en 2017 se jubilaron 16.525 personas de 65 años o
más, este año la cifra ha subido a 19.692 personas. Y lo mismo ha
ocurrido a edades más tempranas. Otro ejemplo: los ciudadanos de 61 años
que han optado por el retiro han pasado de 5.755 a 6.203 personas. En
2017 está cifra bajó respecto a 2016.
Un elemento corrector
Los expertos lo
tienen claro, el factor de sostenibilidad explica los aumentos. ¿Qué es
el factor de sostenibilidad? Es una de las dos patas de la reforma que
hizo el PP en 2013. La primera es el índice de revalorización
que sustituye al IPC y que fija un máximo y un mínimo para actualizar
las prestaciones. Se aplica desde que se aprobó la reforma. La segunda
es este elemento corrector que liga las prestaciones a la esperanza de
vida y que las irá reduciendo poco a poco, puesto que se cobrarán
durante más tiempo.
A diferencia del índice de revalorización y para evitar cambios tan bruscos en las prestaciones, el Gobierno
aplazó la entrada en vigor de este elemento al año 2019. Eso sí, una
vez que se empiece a aplicar se irá actualizando cada cinco años, lo que
puede significar que cada vez irá recortando un poco más las pensiones,
ya que los españoles vivimos cada vez más tiempo.
Aún
no se ha cuantificado su efecto en 2019. En su última comparecencia en
la Comisión del Pacto de Toledo, la ministra de Empleo y Seguridad
Social, Fátima Báñez, dijo que el Gobierno aún está definiendo la fórmula exacta, aunque algunos expertos ya han hecho sus quinielas. Tal y como publicó Cinco Días, el factor restará un 0,5% a la pensión inicial que se habría percibido con la normativa actual.
Y probablemente por ese motivo algunos ciudadanos que
están a punto de jubilarse han decidido adelantar su retiro a 2018.
Sobre todo ahora que el tema de las pensiones va cogiendo cada vez más
fuerza en el espacio público y se oyen cada día más mensajes alertando
de la delicada situación del sistema. La semana pasada los pensionistas
rodearon el Congreso exigiendo unas pensiones dignas y los grupos políticos se han lanzado de cabeza a la caza del voto del jubilado.
El Partido Popular
ha retomado su propuesta de hacer una rebaja fiscal a los ciudadanos de
más edad. No es como subir las pensiones, pero en la práctica el efecto
es el mismo, que los pensionistas tengan más dinero en sus bolsillos. Y
el PSOE ha registrado una proposición de ley en el Congreso para reclamar una subida de las pensiones del 1,6% en 2018, en línea con la previsión de inflación.
Una reforma de calado
Los diputados de Unidos Podemos salieron del Congreso para arropar a los jubilados y Ciudadanos
ya empieza a pedir que se asegure el nivel adquisitivo de los
pensionistas. Y todos los grupos han apoyado la celebración de un pleno
monográfico sobre las pensiones en la Cámara Baja, con la comparecencia
del presidente, Mariano Rajoy, y la ministra del ramo, Fátima Báñez.
Aún así, parece difícil que el Gobierno vaya a ser capaz de sacar adelante esta legislatura
una auténtica reforma del sistema que asegure su viabilidad si ni
siquiera es capaz de pactar los Presupuestos de 2018. No es una reforma
cualquiera, requiere cambios de calado sobre uno de los pilares más
importantes del sistema de bienestar del país.
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