BARCELONA.- El rey Felipe VI ha querido obviar la crisis política
que se vive en Catalunya, con la suspensión de la autonomía y el
encarcelamiento y exilio del Govern, durante su intervención esta noche
en la cena de inauguración del Mobile. No obstante, nunca una visita del monarca se había visto rodeada del nivel de tensión que se ha vivido este domingo en una Barcelona blindada
a raíz de las protestas que se podían escuchar perfectamente cuando el
Rey ha llegado en el Palau de la Música, donde se celebraba la cena, y
en medio de un contundente e inédito vacío institucional, según la versión de la visita real que publica El Nacional.
En la puerta no le esperaba ninguna autoridad catalana, sólo el
delegado del Gobierno español, Enric Millo, y el ministro de Energia,
Álvaro Nadal. Tampoco había representantes de las principales
instituciones del país en el saludo protocolario.
Sólo el Ayuntamiento
de Hospitalet, con la alcaldesa Núria Marín. Ni el presidente del
Parlament, Roger Torrent, que ha entrado directamente en el salón donde se hacía la cena, ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau,
han participado en el recibimiento.
De hecho, Torrent, que lucía el
lazo amarillo en la solapa, tampoco ha participado en el aperitivo
previo, no se ha saludo con el Rey, ni ha aplaudido a Felipe VI cuando
ha acabado su intervención.
La última visita del monarca fue con motivo de la manifestación posterior a los atentados de las Ramblas de Barcelona,
que se vivió en medio de una fuerte protesta. Después de aquello,
protagonizó un discurso al día siguiente del 1-O, condenando el
referéndum y obviando las cargas policiales.
Este domingo, de nuevo, mientras Felipe VI hablaba en el Palau de la
Música, las calles cortadas desbordaban de protestas, con
enfrentamientos con la policía y caceroladas. Las protestas continuaban
cuando ha abandonado el Palau, con las calles adyacentes llenas de
manifestantes.
La ausencia de las instituciones catalanas se ha hecho evidente
también en la mesa presidencial. A la derecha del monarca, se sentaba la
vicepresidenta Soraya Sàenz de Santamaría, en frente el ministro de
Energia, Àlvaro Nadal.
Ningún representante del Govern de la
Generalitat. El presidente del Parlament, en estos momentos primera
autoridad de Catalunya, relegado a la derecha del ministro y a su lado
la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
La única referencia que se ha podido intuir sobre la situación
catalana ha sido la de la alcaldesa que, en un breve saludo en inglés,
ha explicado que este no ha estado un año fácil para Catalunya y ha
subrayado que Barcelona es una ciudad de paz y defensora de la libertad de expresión y los derechos humanos. Colau ha sido la única representante catalana que ha intervenido.
El último parlamento ha sido el del Rey. El monarca, que ha saludado
a Torrent antes que al ministro, no ha hecho ninguna referencia a la
crisis con el Estado. La intervención se ha centrado en alabar el
congreso del móvil como resultado de la cooperación entre instituciones.
"La cooperación institucional con objetivos claros y en beneficio de
todos es una clave evidente de este éxito", ha asegurado en catalán.
"Este mismo compromiso firme de nuestras administraciones,
corporaciones y compañías tiene que ser siempre un propósito esencial
porque este encuentro sigue consolidando de cara al futuro su proyección
e influencia en todo el mundo; y lo hace desde aquí mismo, desde
Barcelona, candidata para albergar el centro tecnológico europeo que
desarrolle la tecnología 5G", ha asegurado.
El monarca ha reservado estas referencias a su parte de la
intervención en catalán. El discurso ha sido mayoritariamente en inglés y
una pequeña parte en castellano.
Mientras Felipe VI hablaba, las protestas continuaban en la calle.
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