MADRID.- La autoridad indiscutible de Pablo Iglesias sea resquebrajado este
sábado en la reunión que el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos celebró
en Madrid para decidir la estrategia electoral a seguir de cara a los
comicios municipales, autonómicos y europeos de 2019.
El secretario general propuso por la mañana que las siglas del
partido se impongan en todas las candidaturas en las que comparezcan con
otras fuerzas políticas (como sucede con IU, Equo y Comuns), pero su
ahora rival de la corriente Anticapitalista, la secretaria general de
Andalucía, Teresa Rodríguez, le ganó el pulso reclamando que se celebren
referéndums de inscritos en cada comunidad autónoma para decidir si
pueden acudir en frentes populares o bajo siglas que no incluyan la
palabra Podemos.
El secretario general quiso dejar las cosas claras con sus socios
electorales antes de empezar a elaborar las listas municipales,
autonómicas y europeas de 2019. Por eso pidió que Podemos vayas en todas
las candidaturas conjuntas porque “es el principal significante del
cambio” y, aunque apostó por “la confluencia con fuerzas políticas
hermanas”, dijo que las demás solo tendrán “la visibilidad que les
corresponda”.
Iglesias quiso zanjar así cualquier debate interno sobre posibles
exigencias internas como de Izquierda Unida desde fuera. “Quiero dejarlo
muy claro- avisó-: Podemos es el principal significante del cambio y su
nombre debe estar visible en todas las candidaturas; podrá haber
excepciones en municipios con gobiernos de cambio, pero en regla
general, la gente tiene que poder votar a Podemos en todas las
candidaturas sin perjuicio de que nos presentemos con otras fuerzas
políticas que deben tener la visibilidad que les corresponda”.
Sin embargo, cuando concluyó el Consejo, Iglesias se retractó de su
propuesta inicial de que la marca Podemos apareciera en todas las
papeletas aunque sigue considerándola la mejor. Lo hizo porque, para su
sorpresa, el máximo órgano de decisión del partido decidió que se
consulte a las bases si quieren que el nombre de la formación vaya
siempre en la papeleta. Por eso precisó que “debemos ir en confluencia
con nuestras fuerzas aliadas y entendemos que el nombre de Podemos debe
estar en las candidaturas, pero esta decisión, como todas las decisiones
importantes en Podemos, corresponde a los inscritos”, afirmó después.
La decisión se tomó cuando Teresa Rodríguez, la secretaria general de
Andalucía y líder de la corriente Anticapitalista junto al eurodiputado
Miguel Urban, solicitó que la presencia de las siglas de Podemos no sea
obligatoria, como sucedió en 2015 el partido acudió ir a las elecciones
municipales de ese año en candidaturas de unidad popular. Rodríguez
propuso que se mantenga el derecho abierto a los territorios cuando se
decida cómo se presentan a la nueva cita con las urnas y se refirió, en
concreto, a lo sucedido en Sevilla. Entonces, la candidatura Participa
Sevilla, en la que se integró Podemos, consiguió tres concejales. Y
añadió que la de Ganemos Córdoba también logró cuatro.
En consecuencia, el Consejo apoyó la petición de Rodríguez,
alternativa a la de Iglesias, de que se consulte a las bases por
territorios. Podemos preguntará a los inscritos durante el próximo mes
si quieren que la marca aparezca en las papeletas electorales en el
ámbito europeo, autonómico y municipal y las consultas se harán por
separado en cada ámbito territorial, de forma que los inscritos de cada
Comunidad Autónoma serán los que decidan cómo presentarse y lo mismo se
hará en cada área municipal.
El reto de ser presidente
El líder de Podemos marcó, no obstante, los retos que deberá abordar
Podemos de aquí a olos comicios de 2019. Iglesias explicó de entrada que
la tarea que tienen ahora es consolidar el gobierno de los
ayuntamientos que gestionan y gobernar en más ayuntamientos y CCAA en
el 2019 con el objetivo de ganar las generales en 2020. “Y si me apoyan
los inscritos, mi reto es ser el próximo presidente de España”, señaló.
Iglesias inició la sesión pidiendo un aplauso para las mujeres del
partido por la labor realizada el 8-M, lo que aprovechó para criticar a
Pedro Sánchez sin citar su nombre. El líder morado dijo, aludiendo al
líder socialista, que “a nosotros no nos tocaba hacer declaraciones ni
ir a la cabeza de las pancartas, sino aprender del trabajo de las
mujeres”.
En ese punto, destacó que la movilización feminista y la de los
pensionistas “anuncian en España una primavera de movimientos por la
dignidad” y precisó que “lo que amenaza a la seguridad de España no es
Cataluña ni el Estado plurinacional sino el desgobierno del PP”. “Frente
al patriotismo de la pulsera hay que fomentar el patriotismo de los
delantales y de los monos de trabajo o las batas blancas para abrirnos
paso frente a la precariedad, las cuentas en Suiza y el autoritarismo”.
Clionización del problema catalán
En un análisis somero de la situación catalana, Iglesias añadió que
“la excepcionalidad va camino de clionizarse”. “La estrategia procesista
de enfrentamiento con el Estado favoreció la estrategia represiva, el
giro reaccionario y conservador en España que tuvo una dimensión
identitaria y emocional, puesta de manifiesto con la guerra de banderas,
y otra de percepción de una posibilidad de ruptura del Estado, lo que
afectó a sectores empresariales que lo consideraron una amenaza contra
las seguridades que el Estado les proporciona”.
Ahora, señaló, “se terminó el momento del pánico y de la
incertidumbre” y de hecho, el proceso de elegir presidente “acaba con
unas elecciones y no con una ruptura”. Por eso, siguió diciendo, Podemos
debe ofrecer seguridad a los ciudadanos donde gobierna, porque “a pesar
de la excepcionalidad, cuando las banderas bajan, la realidad
reaparece”.
Tras “la superación del mito de la recuperación de la crisis, de los
marcos reaccionarios que se abrieron con la aplicación del artículo 155
en Cataluña, el Gobierno del PP es incapaz de dar respuesta a la amenaza
de inseguridad que sufren los ciudadanos”. “El problema no es Cataluña,
sino que el PP parasite el Estado y no garantice la seguridad vital de
los ciudadanos”, indicó antes de explicare a los suyos que tiene una
doble tarea: “Apoyar las movilizaciones y ofrecer seguridad”.
El líder de Podemos también analizó la competición que vive la
derecha y dijo que el PP ha dejado definitivamente de ser el partido
preferido del IBEX 35, que ahora es el de Albert Rivera, el exponente
del peor populismo reaccionario”.
“Esto no tiene precedentes desde el
hundimiento de la UCD”, destacó.
En desacuerdo con el PSOE
Iglesias también dejó claro que el entendimiento de futuro con el
PSOE está en el aire porque la gestión que ha realizado Pedro Sánchez le
ha generado “decepción y tristeza”. Tras recordar que la victoria de
Sánchez en las primerias abrió perspectivas que no se ha cumplido, como
la de echar a mariano Rajoy del Gobierno, dijo que “de aquel espíritu de
las primarias no queda nada”.
“El PSOE de hoy es absolutamente
indestinguible del que habría si hubiera ganado Susana Díaz, a la que
apoyaron las oligarquías”, lamentó.
A su juicio, la oposición del PSOE en el Congreso no genera la más
mínima dificultad al PP, pese a que se encuentra en una clara minoría
parlamentaria.
“Ojalá el PSOE cambiara y las alianzas en ayuntamientos y
en comunidades autónomas se pudieran dar”, expresó en último término,
confiando en que lo que considera una deriva de Sánchez no acabe
haciendo imposibles futuros pactos municipales y autonómicos. De
momento, matizó, Podemos construirá su alternativa política desde la
calle y apoyando las movilizaciones sociales, empujándolas de aquí el 1
de mayo.
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