miércoles, 14 de marzo de 2018

Puig pide "valentía" para hacer la reforma constitucional pese a los riesgos

MADRID.- El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha pedido hoy "valentía" para abrir el melón de la reforma constitucional y si bien ha reconocido que hay una situación de riesgo, ha considerado que "el mayor riesgo es no hacer nada".

Puig ha aprovechado su intervención en la clausura del VII Foro de las Autonomías para reiterar su petición de comparecencia ante la Comisión General de las Comunidades Autónomas para defender su propuesta de financiación y ha insistido en que "el debate entre partidos no puede sustituir el debate entre instituciones".
Sobre su petición de comparecencia y en declaraciones previas a la clausura, Puig ha asegurado que irá a la citada comisión cuando le citen desde la Cámara alta y ha recordado que acudir o no dependerá de la mayoría del PP, ya que "el PSOE no puede bloquear nada".
Puig ha negado que el portavoz del PSOE, Ander Gil, le haya vetado o condicionado, si bien ha reconocido que la prioridad de su partido en estos momentos es que el Gobierno presente su propuesta de reforma.
Ya en su intervención, el presidente autonómico ha reivindicado la urgencia de una vía reformista que avance hacia el federalismo y esté a favor de "la España real, que es plural y diversa".
Puig ha reconocido que el Estado de las autonomías ha sido una "historia de éxito" pero "está agotado" porque tiene importantes deficiencias y carece de instrumentos de lealtad institucional".
Pero también porque permite una "desigualdad insostenible" y aquí ha recordado las asimetrías profundas que existen en España.
En 2015, ha dicho, entre las comunidades de régimen común hubo 728 euros por habitante de diferencia, entre la mejor financiada y la Comunidad Valenciana.
Es decir, un 33 por ciento menos por el hecho de haber nacido en un territorio diferente, ha remarcado.
Y esto se refiere a las comunidades de régimen común, respecto a las forales "sin comentarios", ha apostillado.
En su intervención, Puig ha dejado muy claro que las comunidades autónomas deben de ser partícipes de esa reforma y ha recordado que "demasiadas veces los partidos han expropiado a las instituciones y las instituciones no son propiedad de los partidos políticos".
Y desde la Comunidad Valenciana, "deseamos incentivar el diálogo para superar el mutismo, el maniqueísmo y la parálisis actual", ha dicho.
Se trata, en definitiva, de trazar una vía reformista que supere el "ensimismamiento" y que busque una España "más consciente de su diversidad y basada en la igualdad".
Y en esa propuesta federal, ha abogado por no abandonar la defensa del patrimonio lingüístico "en el terreno de los nacionalismos excluyentes".
El también secretario general del PSPV ha lamentado que en 40 años de vida constitucional sólo dos presidentes autonómicos (José Montilla, en 2010, y él mismo) han solicitado comparecer ante la Comisión General de las Comunidades Autónomas de la Cámara alta y esto, ha dicho, es una evidencia de que "algo falla".
Para Puig, esto evidencia que "el silencio ha sustituido a un diálogo fluido, equilibrado y multilateral".
El presidente autonómico ha incidido en que es el momento de acabar con el silencio acumulado y ha valorado que la reforma de la Constitución abre "una puerta de esperanza y reencuentro".
"No todo puede ser cálculo electoral y partidismo, las grandes cuestiones y el sistema de financiación autonómica han de acometerse con un consenso básico, alejado de los intereses puntuales del Gobierno" ha añadido.
Con la clausura, Puig ha cerrado el VII Foro de las Autonomías, organizado por el Instituto de Derecho Público, entidad universitaria catalana que dirige el constitucionalista Eliseo Aja, y donde se han debatido tres informes de catedráticos de diferentes universidades españolas sobre la reforma constitucional, la aplicación del 155 en Cataluña, la financiación autonómica y el multipartidismo.

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