MADRID.- Ciudades de toda España han vivido este jueves movilizaciones sin
precedentes. Miles de jubilados se han lanzado a la calle para proclamar
su indignación por las “pensiones de miseria” que les condenan a
subsistir a duras penas.
La de Bilbao, con 35.000 manifestantes, ha sido
la más multitudinaria. La de Madrid, con 3.000, ha tenido una dimensión
especial porque los pensionistas han hecho lo que no logró ni siquiera
el 15-M: cortar el acceso al Congreso de los Diputados. Se han lanzado
contra las vallas y no han llegado a las manos con los policías
desplegados a lo largo de la Carrera de San Jerónimo de milagro.
La concentración ha sido organizada por la coordinadora estatal por
la defensa del sistema público de pensiones, después de dos años
consecutivos de pérdida de poder adquisitivo para los pensionistas. El
índice de revalorización del 0,25% aprobado por el Gobierno del PP les
impide compensar la subida de los precios. En 2016 el IPC o inflación
cerró el año en un 1,6% y en 2017 ha quedado en el 1,2%. Claro que si se
observa la evolución a lo largo de los doce meses, la inflación media
durante el pasado año fue del 2%. Sin embargo, la ministra de Empleo y
Seguridad Social lo niega.
Fátima Báñez asegura que “en los últimos
cuatro años, los pensionistas sólo han perdido una décima de poder
adquisitivo”. “Los pensionistas han sido uno de los colectivos que más
han estado protegidos durante la crisis”, ha dicho la ministra en Antena
3 citando un informe de la OCDE y se ha convertido en destinataria de
las diatribas de los jubilados que se han manifestado este jueves.
“¡Qué vergüenza, qué vergüenza! ¡Nos roban las pensiones y también la
dependencia!”, han coreado recriminándole a la ministra la carta en la
que se les comunicaba la subida del 0,25%, “una subida de mierda”, según
denunciaban varias pancartas. De hecho, tras la lectura del manifiesto a
los pies de uno de los leones de la escalinata del Congreso, los
organizadores de la manifestación han llamado a los asistentes a romper y
lanzar “al cielo de Madrid” la carta de la ministra Báñez.
A Rajoy le han retratado directamente con una foto junto a dictador
Francisco Franco y este texto: “No sé de qué os sorprendéis. Ya os dije
que iba a ser Franco con vosotros”. Del presidente fueron muy comentadas
unas recientes declaraciones suyas en el Foro ABC en las que tras
afirmar que “ahora que las cosas van bien es el momento de ser
previsores”, recomendaba a los ciudadanos ahorrar en planes de pensiones
y con vistas a la educación de los hijos sin incluir en su optimista
ecuación la precariedad del empleo y los bajos salarios, que distan
mucho de acompasar el supuesto crecimiento económico del que alardea el
Gobierno.
Y a Celia Villalobos, presidenta de la Comisión del Pacto de Toledo,
le han pedido que deje de echarse la siesta y de jugar al Candy Crush.
Lo cierto es que cuando lo ha hecho y se ha ocupado de las pensiones, ha
sido para peor. Es lo que ocurrió hace un mes, en ‘Los Desayunos de
TVE’, cuando dijo que “hay ya un número importante de pensionistas que
está más tiempo en pasivo, es decir, cobrando la pensión, que en activo,
trabajando”, y encima explicó que esto se debe a que “gracias a Dios, y
eso es una gran noticia, nos morimos cada vez más viejos y cada vez
mejor”. Ella, además, se aventuró a afirmar que podría trabajar hasta
los 80 años, proponiendo que la gente aumente su edad de jubilación.
Todas estas declaraciones no han contribuido a calmar los ánimos de
los pensionistas sino toto lo contrario. Por eso, han avanzado al grito
de “robo”, “ladrones”, “dimisión” y “Rajoy y Cospedal, a Soto del Real”,
en alusión a los escándalos de corrupción que salpican al PP. Una
delegación de las entidades organizadoras de la concentración, entre los
que se encontraban los sindicatos CCOO y UGT, ha registrado en el
Congreso un escrito en el que demandan “romper el bloqueo político de PP
y Ciudadanos” para cambiar la actual legislación de pensiones. Eso
supone cubrir el incremento de los precios y, además, que los
Presupuestos Generales del Estado incluyan partidas para asegurar la
financiación de la Seguridad Social.
Los sindicatos mayoritarios han hecho llamamientos para apoyar las
movilizaciones que está previsto que se celebren cada quince días. Las
dos próximas serán el 1 y el 15 de marzo. Mari Carmen Barrera,
secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT, ha
avanzado que “si el Gobierno no retira la reforma de las pensiones de
2013 llegaremos a donde tengamos que llegar y probablemente si se dan
las circunstancias a la máxima movilización”. El plan incluye “acciones
de todo tipo en el Parlamento y de índole jurídica si procede” contra lo
que considera una “malísima y dañina reforma de las pensiones”. “La
indignación de los pensionistas está creciendo, ayer mismo el presidente
decía que él se dedicaba a gobernar y que subir pensiones era solo un
buen propósito cuando hay cinco millones pensionistas en el umbral de la
pobreza”, ha denunciado.
En Madrid, a medida que los manifestantes se iban acercando al
Congreso, han incorporado otras consignas como “a la hora de votar, nos
tenemos que acordar” y “Mariano Corleone nos roba las pensiones”. Pero
el grito más repetido ha sido el de “¡Ladrones, ladrones!” mientras los
manifestantes bajaban por la calle con las manos en alto. Los jubilados
han respondido a los intentos de la Policía por contener su avance
coreando “Somos pensionistas, no terroristas”.
A la protesta se han unido algunos diputados para mostrar su apoyo a
las demandas de los pensionistas, entre ellos Íñigo Errejón de Podemos,
con quien los jubilados han coreado gritos de “Sí se puede”.
“Cuando los
pensionistas están reclamando pensiones dignas, no defienden sólo lo
suyo, defienden las pensiones que van a quedar a nuestra generación”, ha
dicho Errejón que ha defendido que para rescatar las pensiones de los
abuelos hay que proteger los salarios y contratos de los nietos. También
se han sumado a la protesta el diputado del PSOE Rafael Simancas y el
coordinador federal de IU, Alberto Garzón, entre otros.
Simancas ha sido increpado por varios manifestantes. Y es que en
varios momentos se ha coreado un lema clásico en las protestas
‘indignadas’: “!PSOE, PP, la misma mierda es!”, aunque con una nueva
coletilla dedicada a Ciudadanos. Preguntada por la concentración, la
portavoz socialista en el Congreso, Margarita Robles, ha recordado a los
periodistas que su grupo ha hecho “bandera” de la lucha por
las pensiones esta legislatura, pero ha lamentado que la “entente” entre
PP y Cs esté frenando cualquier avance.
Algunos diputados han expresado su sorpresa por el alcance de la
marcha, recordando que ni en las manifestaciones del 15-M ni en las de
la Marcha de la dignidad habían podido superar el control policial y
alcanzar los aledaños del Congreso.
“Muchos tenemos que tomar nota. Nuestros abuelos nos están enseñando
lo que hay que hacer”, ha dicho Errejón, criticando que “el problema
fundamental de las pensiones no es que haya mucha gente mayor, es que
las condiciones de trabajo de los que trabajamos hoy no ayudan a
sostenerlas”.
Los pensionistas también han tomado las calles de Barcelona, Bilbao,
Sevilla y Palma de Gran Canaria. Especialmente numerosa ha sido la
manifestación de Bilbao, donde fuentes municipales han hablado de 35.000
participantes. La manifestación ha estado encabezada por una pancarta
con el lema ‘Pensiones públicas dignas. No al 0,25%’ y muchos
pensionistas han acudido con las cartas que les ha remitido el Gobierno
para comunicarles la subida con la intención de realizar un acto de
devolución simbólica. En el comunicado que se ha leído en la plaza
Moyúa, se han declarado “hartos de que nos tomen el pelo, de que nos
suban la mísera cantidad del 0,25% desde hace unos años, y de que esta
situación se repita hasta el año 2022”, lo que supondrá una pérdida “no
inferior al 10%, más lo que nos han robado ya”.
En otras ciudades de Euskadi también se han producido movilizaciones.
En Barcelona, los manifestantes se han concentrado en Plaza Catalunya.
El portavoz de Marea de Pensionistas, Prudenci Vidal, ha defendido que
la subida aprobada para este año “no es solo una mierda, sino que es una
ilegalidad” porque el Gobierno se había comprometido a incrementarlas
según el IPC cuando la economía española registrara cifras positivas,
como ha sostenido que se está produciendo desde hace tres años. Por su
parte, el representante de Yayoflautas (o Iaioflautas, según la
denominación en catalán), Juan García, ha recalcado que, mientras las
pensiones suben el 0,25%, el precio de servicios básicos como la luz, el
gas o el agua crecen en cantidades mayores, lo que implica que los
pensionistas van perdiendo poder adquisitivo desde hace años: “Es una
vergüenza absoluta”, ha subrayado.
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