MADRID.- El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez
ha seguido este jueves sin desvelar qué hará después de decir 'no' a
Mariano Rajoy junto a sus compañeros en la primera votación para la
investidura del candidato del PP, lo que ha disparado los rumores en los
corrillos socialistas, donde no se descarta incluso que deje su escaño antes del sábado, cuando los socialistas tienen el mandato del partido de pasar del rechazo a la abstención.
"Lo veréis", es lo único que ha dicho al abandonar
el hemiciclo cuando los periodistas le preguntaban repetidamente por lo
que va a hacer el próximo sábado.
Sánchez, que este miércoles reapareció en el Congreso tras su dimisión del 1 de octubre, no ha desvelado públicamente sus intenciones y, de hecho, ha sido muy parco en sus palabras a los medios de comunicación.
En las redes sociales anunció que iba a acudir al debate de investidura y que este jueves votaría 'no' junto
a sus compañeros, pero cuando se le preguntó después en los pasillos
por sus planes con vistas a la segunda votación se limitó a señalar que el sábado será otro día. Y hoy no ha querido dar más pistas.
Sánchez ha permanecido algo más de tres horas en el Pleno durante el
debate de la mañana, donde ha seguido con muy poco entusiasmo la
intervención del Grupo Socialista, Antonio Hernando, a quien sólo ha aplaudido al finalizar su turno de palabra.
Responder con "hechos"
Después, ha comido con dos diputados de su entorno más próximo, el valenciano José Luis Ábalos
y la balear Sofía Hernanz, y ha vuelto al Congreso alrededor de las
16.30 horas. Antes de entrar, y en declaraciones a La Sexta, ha
explicado que responderá "con hechos" a la pregunta de qué hará el
sábado. "¡Si acabo de llegar! ¿Ya me queréis echar?", ha añadido cuando se le ha preguntado si tiene previsto dejar su acta antes de la segunda votación.
Y es que esta posibilidad ha sido muy comentada en los corrillos
socialistas durante toda la jornada. Algunos diputados --del sector
crítico con la Gestora-- apuntaban que Sánchez podría dejar su
escaño antes del sábado, para mantener su coherencia con el 'no' a Rajoy
y no romper la disciplina de voto.
A juicio de muchos socialistas, de todas las sensibilidades, si el ex
secretario general vota 'no' y desacata el mandato del Comité Federal,
no sólo sería el primer ex secretario general del PSOE que rompe la
disciplina de su grupo, sino que estaría inhabilitado para tratar de
liderar el partido de nuevo.
Y algunos opinan que Sánchez va a intentar volver a la Secretaría
General. De hecho, se ha comentado que, además de dejar su escaño,
Sánchez podría aprovechar para anunciar que se presentará a las
primarias del próximo congreso del PSOE.
Se da por sentado que Sánchez no se abstendrá
De una u otra forma, lo que casi todo el mundo descarta es que
Sánchez acuda el sábado a votar abstención, la única posibilidad que no
generaría un nuevo terremoto en el PSOE, donde ya se da por descontado
que habrá ruptura: además de los siete diputados del PSC, los
socialistas de todo signo cuentan con el 'no' de las independientes
Zaida Cantera y Margarita Robles y con que habrá otras cuatro o
cinco más. Ya están confirmadas las de Susana Sumelzo, Rocío Frutos y
Pere Joan Pons, y se duda con la de Sofía Hernanz.
La dirección no quiere hablar de las posibles sanciones y, de hecho,
algunas fuentes próximas a la Gestora apuntan a que el presidente,
Javier Fernández, no se plantea expulsiones. Pero todos coinciden en que
no puede haber excepciones, aunque el PSC puede tener un trato
diferente por ser otro partido, y en que si Sánchez se encuentra entre
quienes rompen, la situación será más complicada.
Así, si se descarta la abstención, las únicas posibilidades que
restan son que Sánchez vaya al Pleno y vote 'no' o que se ausente, y que
entregue o no su acta. Afines a la Gestora no ven viable que rompa y
pretenda seguir y apuntan que, en ese caso, dejaría el escaño, que es lo que también admiten que harían otros diputados cercanos a Sánchez.
No acudir a votar y seguir en el escaño sería la opción más fácil de
gestionar para algunos, aunque hay quien apunta que ese movimiento
contaría como una abstención y, además, puede dar la impresión de que
Sánchez no quiere dar la cara.
Y en todo este panorama de rumores, entra en juego el anuncio de que Sánchez estará en el programa de 'Salvados' de La Sexta el próximo domingo por la noche.
Los críticos acusan a la gestora de querer humillarle
Mientras tanto, persiste el enfado de los afines a Sánchez por la
decisión de la Gestora de no replantearse la manera en la que se lleva a
cabo la abstención decidida por el Comité Federal y que piden que se
haga por la mínima, es decir, que sólo se abstengan los once diputados
que necesita Rajoy para ser investido en segunda vuelta.
Esta posibilidad fue planteada por ocho dirigentes territoriales del
partido, y apoyada por otros dos, un día después del Comité Federal y
volvió a ser defendida en la reunión del Grupo Socialista previa al
debate de investidura.
Sin embargo, la dirección insistió en que el Comité Federal del PSOE hizo un "mandato expreso" y
no caben interpretaciones ni otorgar libertad de voto en conciencia a
los diputados. Con el debate ya iniciado, insisten en que no hay lugar a
modificar esas directrices.
Para los críticos con la Gestora, detrás de esta decisión está el objetivo de "humillar" a Sánchez y de "llevarle al precipicio" para que decida dejar su escaño y darlo por 'aniquilado' de cara a las primarias.
De hecho, durante el debate interno de este miércoles, la diputada
cacereña Pilar Lucio instó directamente a la dirección a aclarar sus
intenciones. "Confesad", llegó a decirles, después de solicitar poder
hacer esta pregunta, ya que no se le había concedido la palabra en la
reunión.
Para los afines a Sánchez, no hay ninguna necesidad de "obligar" a todo el grupo a abstenerse,
cuando se mantiene la división interna. En su opinión, se ajustaría más
a la situación la denominada abstención técnica, ya que defienden que
ha sido una decisión instrumental y no ideológica.
El diputado Ábalos, defensor del 'no', llegó este miércoles a
ofrecerse incluso a formar parte de los once 'señalados' si de esta
manera se liberaba al partido de la "tensión" que, avisan, está
redundando en el "desgarro" en lugar de comenzar a coser.
Sámchez evita aplaudir a Hernando
Durante el debate de investidura, Sánchez y algunos de sus diputados más afines sólo han aplaudido al portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, al final de su discurso y apenas por unos instantes, a diferencia del resto del grupo parlamentario.
Durante toda la intervención de Hernando, Sánchez, César Luena o María González Veracruz, han permanecido en silencio y sin aplaudir a su compañero de bancada.
Tampoco la diputada Margarita Robles se ha sumado a los aplausos del
resto del grupo parlamentario del PSOE durante esta intervención en la
que Hernando ha explicado el viraje de posición de los socialistas del
no a la abstención.
Ya al inicio de su discurso ha hecho Hernando una referencia a
Sánchez cuando ha puesto en valor que se sometiese a un debate de
investidura en la anterior legislatura.
Así, tras tachar de "irresponsable" que el líder del PP, Mariano Rajoy, declinase el ofrecimiento del rey
de ser candidato, Antonio Hernando ha subrayado que Pedro Sánchez
asumió, "de forma valiente y responsable", el encargo de Felipe VI y sí
se sometió a la investidura en la anterior legislatura.
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