MADRID.- Las autoridades francesas entregarán a España en los
próximos meses el archivo histórico de ETA que fue
hallado en un zulo en 2004 dentro de la operación en la que fue detenido
el dirigente de la banda Mikel Antza, y donde se escondía ingente
documentación y un centenar de cintas de cassette con testimonios de
veteranos terroristas e incluso con interrogatorios a empresarios
secuestrados.
Se trata de las grabaciones con los interrogatorios de los
terroristas a dos empresarios secuestrados, el industrial vizcaíno José
Lipperheide, capturado por ETA el 5 de enero de 1982 y puesto en
libertad al cabo de treinta días, y Diego Prado y Colón de Carvajal,
liberado tras 74 días de un secuestrado que se llevó a cabo el 25 de
marzo de 1983.
Equipos de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Fiscalía trabajan ya para determinar qué documentos de los hallados en el zulo bautizado como 'txoriak' (pájaros)
tendrán como destino la Audiencia Nacional y cuáles irán directamente
al Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, según consta en un
artículo de la Fundación Víctimas del Terrorismo.
Los servicios policiales confían en que los archivos de ETA --reclamados
por el propio Antza, que los calificó de "un tesoro de incalculable
valor"-- contengan información que permita esclarecer algunos de los
asesinatos de la banda que todavía no tienen autor conocido.
La llegada de estos archivos al Centro Memorial convertirá a esta fundación, con sede en Vitoria, en una referencia para la investigación sobre la banda terrorista que ha causado más de 800 muertes y miles de heridos hasta su derrota policial y el anuncio de la renuncia a la violencia el 20 de octubre de 2011, hace casi cinco años.
Francia entregará la documentación intervenida desde 1997, de acuerdo
a la petición en este sentido del ministro del Interior, Jorge
Fernández Díaz, que contó con el visto bueno de la juez Laurence Le Vert
y, posteriormente, del presidente del Tribunal de Grande Instance de
París, Jean Michel Hayat.
De esta forma, una parte será entregada por vía judicial para que se
pueda utilizar de forma legal en investigaciones que todavía están
abiertas en España. El resto se remitirá por vía administrativa para que
sea custodiado por el Centro Memorial que preside el periodista y
experto antiterrorista Florencio Domínguez.
Un zulo de quince metros
El zulo bajo una casa de Saint Pierre d'Irube tenía apenas quince
metros cuadrados y las paredes, con forma de letra U, estaban cubiertas
por estanterías metálicas en las que, de forma ordenada, se apilaban carpetas y archivadores, además de cintas de audio e incluso algunos vídeos con cursos de adiestramiento sobre el uso de explosivos, instalación de bombas o robo de vehículos.
El inventario incluye 16 cintas con grabaciones de alguien al que se
identifica como 'Julen', y que los investigadores creen que podría ser
Julen Madariaga, fundador de ETA y a quien se menciona en otra cinta por
su apellido. Otros cinco cassettes registran la voz de José Manuel
Pagoaga, 'Peixoto', así como de otros históricos etarras como Txomin
Iturbe, líder de la banda hasta su muerte en Argelia. 'Azkoiti',
'Argala', 'Trepa', 'Mekaguen' o 'Haundixe' son otros de los etarras que
forman parte del archivo histórico.
También aparece un rótulo de 'actas de BT' en tres cassettes,
lo que los investigadores creen que podría dar a entender que fueron
grabadas las reuniones del Biltzar Ttipia, órgano de dirección de ETA que funcionaba en los años setenta, según el artículo de la Fundación Víctimas del Terrorismo.
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